Muy buenas cefalópodos varios, coged las palomitas y el orinal que empezamos. Vamos a hacer un poquito de turismo, que lo tenía olvidado. A todos los que venis para aca y no os voy a poder atender entre semana os tengo este recorrido preparado, asi que sacad la libreta y preparaos para tomar nota.

Si hay sol, mucho mejor. Pero recordad, que aunque esto sea Londres el sol quema. No olvideis la cremita sola u os pondreis rojetes cúal cangrejos cómo yo como esos turistas chungos que se creen que en Londres no pega el sol. He aquí mi Brit-consejo de hoy.

El plan es el siguiente. Llegar a Westmister a los pies del Big-Ben y las casas del Parlamento y coger un barquito que lleva hasta los confines del Támesis. Entrar en el barquito, coger una posición con sol en un lateral para que corra más brisita y una pinta en una mano (si, se pueden comprar en el barco) y… relaaaax!!!!

Comenzemos!!! A su derecha, mis queridos turistas sedientos de fotos, podeis observar el London Aquarium. Edifico precioso por fuera y al que todavía no podido visitar por dentro, pero tiene que ser espectacular (Me encantan los acuarios gigantes, no puedo evitarlo).

Flanqueándolo esta el London Eye, la mayor atracción turística de Londres. Genera chorrocientos miles de pounds a la hora (no me acuerdo de la cantidad, pero daba miedo). Una noria gigante que se toma su tiempo (aproximadamente media hora) en dar una vuelta. Según la crítica es desde donde se obtienen las mejores vistas de la ciudad. También en tareas pendientes.

Avancemos un poco más y a su izquierda y a lo largo de gran parte del recorrido tenemos uno de los conocidos, y deseoso de ser visitados, pubs flotantes. Jejejejeje. No haremos parada. Llevamos el bar con nosotros. Pidan lo que estimen necesario y no se olviden de pagar.

Dejemos que el río nos lleve un poco más y a su izquierda podrán observar el Obelisco de Cleopatra, uno de los dos obeliscos que se erguían en el templo de César en Alejandría. El otro está, como podreis suponer, no en Egipto sino en Nueva York. Saqueo, caballeros, saqueo!!!

Si son tan amables de mirar a la derecha ahora, podrán ver el Teatro Nacional, una autentica maravilla por dentro con múltiples salas, espacio para exposiciones, sala de conciertos… y que ha sido votado por los arquitectos ingleses como el edificio más feo de Londres. Un dudoso honor al alcance de muy pocos.

Recuperemos la vista y avancemos un poco más meciéndonos por el Tamesis, que por cierto a pesar de su aspecto infecto es un río bastante limpio (o eso nos quieren hacer creer) del que se bebe agua (puaggggh) convenientemente tratada (puaaagggghh) y que alberga a más de 100 peces mutantes diferentes.

Llegamos ahora al edificio de las almas torturadas y de los artistas incomprendidos y repudiados. El TATE Modern. Edificio al que ya hice referncia con anteriorioridad. Ejem. Ejem. Ejem.

Justamente enfrentado con dicho museo esta Saint Paul’s Cathedral. La catedral de Londres, cuya fachada y exterior es una obligación si se viene por la zona. Lo de entrar lo dejamos a voluntad de cada uno o del que pueda permitirselo. Tambien comentan las malas lenguas que la vista desde la cúpula es espectácular. Tampoco seré yo quien lo afirme ni lo desmienta. Todavía.

Y uniendo ambos edificios, un puente. El Millenium Bridge. El único puente únicamente peatonal de Londres. Se abrió en el año 2000 para celebrar la llegada del nuevo milenio y se cerró al día siguiente pues con el paso de los primeros transeuntes se producían demasiadas oscilaciones y corría peligro de derrumbarse. Asi que se pasó otro año y medio más de reparaciones. Con los otros consecuentes chorropotocientos millones de libras. Glorioso. Hubo quien se cubrió de gloria. A pesar de todo el puente ahora mismo es un parada obligada para todos, atraidos por sus curvas y su estructura colgante.

Pero no se despisten, que el viaje continua. Ajeno a todo esto y vecino de todos ellos, el Shakespeare’s Globe tiene su sitio a la orilla del río. Sigue pendiente el poder asistir a una de sus representaciones. Espero que no tarde mucho. 🙂

Sigamos sin descanso, no vayamos a perder el ritmo. A la izquierda pueden ver como se alzan los rascacielos de la City y entre ellos y pegado al río, un monumento. De hecho se llama así: el monumento. Hecho para «conmemorar» el gran incendio que devastó Londres en 1666. Y si, tambien se puede subir y disfrutar de buenas panorámicas. Y no, no lo he hecho todavía. :S

Entre los edificios más impresionantes de la zona y formado por una enorme estructura de crista azul se encuentran estas oficinas. Se comenta en los grupos de jocosos que el hermano del arquitecto era limpiacristales. Ya veis. El humor inglés es asin.

No pierdan detalle pues a la derecha y flanqueado por un enorme crucero de batalla naval (el HMS Belfast) se encuentra una galleria impresionante. La Hay’s Gallery. No estoy muy interesado en las tiendas que lo flanquean, pero la vidriera gigante que lo cubre deja a uno con la boca abierta.

Llegamos ahora a uno de las partes más chulas y bonitas de Londres. A un lado el Ayuntamiento. Una enorme pseduesfera de cristal.

Enfrente la segunda atracción turística de Londres. La Torre de Londres. La que era la fortaleza medieval de la ciudad años ha. Ahora conserva parte de su explendor, aunque logicamente resulta mucha menos impresionante. (Os estoy esperando para verla!!! :D)

Y de nuevo uniendo ambos lados del río en este punto se encuentra una de las estructuras más carismáticas de esta ciudad. El Tower Bridge. Enorme puente levadizo con pasarelas adicionales en la parte superior que se usaba (actualmente es un museo) para que la gente pudiera pasar de un lado a otro mientras el puente estaba levantado. Creo que ya lo he dicho antes, pero es uno de mis edificios favoritos. Simplemente lo adoro.

A partir de aquí se suceden los apartamentos de lujo, uno tras otro, con vistas al río, con enormes cristales y donde la gente rica y podrida de dinero más afortunada pueden celebrar sus barbacoas, fiestas y eventos lúdicos varios.

Disfruten del lujo que no catarán señores. Siéntanse como yo. Un hombre rico atrapado dentro de uno pobre. Sufrimiento.

Llegamos ahora al nuevo pulmón ecónomico de la ciudad. Canary Wharf. Otro cúmulo de pepinos oficinisticos cuyo edificio central, el banco Canadiense (el que acaba en punta) es el segundo edificio más alto de Europa. El primero está en Frankfurt (Alemania) pero han conseguido tan noble record colocando una bandera en la parte superior. Eso es trampa, señores alemanes. Se considera un deshonor seguir su ejemplo.

Entre tanta ostentosidad podrán ustedes disfrutar de edificios bastante peculiares. Y si no miren estos «apatamentos» apodados ya por la ciudadanía londinense como «Lego City».

Llegamos a lo que debería ser nuestro final de viaje: Greenwich. Ya saben sus señorías: donde esta el meridiano sobre el que se colocan las horas del resto del mundo. Pero ya que les veo muy animados seguiremos un poco más. Pasen por el bar y aprovisionense.

Ahora podrán apreciar el Millenium Dome. Una enorme estructura cubierta por una gigantesca cúpula de fibra de vidrio que fue celebrada para conmemorar la llegada del nuevo milenio. Se monto a tal efecto una exposición en ella, pero dado la poca repercusión y éxito que tuvo está rodeada de fuerte polémica y de un futuro incierto.

Ahora si este es el final de nuestro recorrido. Hemos tardado casi una hora y media, y hemos podido apreciar los edificios que decoran y disfrutan del Támesis. Pero para disfrutarlo hay que estar preparado para las inundaciones, para las grandes mareas que puedan venir desde el Mar e inundar Londres. Nada mejor que la madre Naturaleza para ponerse a prueba y desafiarla. En esta ocasión construyendo una enorme barrera (la barrera del Támesis) que se alza entre estos bloques automáticamente si la marea sube más de lo previsto.

Si se fijan bien, verán un semicírculo metálico que no es sino la parte de un círculo entero que gira y coloca unas enomres placas entre estos armatostes (gran vocabulario técnico el mío). La imporantancia de estos elementos es, como podreis suponer, vital para la ciudad.

Es hora de volver, que no han pagado sus mercedes tanto como para que se les permita ir mar adentro. Se les propone el que disfruten a la vuelta de una de las maravillosas terrazas a pie de río. Con la buena temperatura que tenemos, no podrán resistirse.


Por mi parte, este comentario ha sido totalmente voluntario, asi que al abandonar el barco sientase con la libertad de dejar algo de dinero si asi lo estiman conveniente.