Bueno pequeños polluelos, dejo de llorar (eso llegará más adelante según se aproxime la fecha de desalojo) para contaros la última escapadita por las afueras de Londres, una vez que volvieron las garrapaten de su viaje por Escocia para aprovechar los últimos días de sus vacaciones en la capi inglesa.

Pero ahora que lo recuerdo, dejadme hacer un inciso referente al tema de la Raticus Casericus. Este ente o ser, después de no haber aparecido durante los seis meses que llevo viviendo en este hogar y después de haber recibido numerosas llamadas de mi parte y de parte de mis compañeros de piso y ser totalmente ignorados, decidió venir a ver el piso con desastrosos resultados como bien os conté, pero en un afán de superación como ser ultra-sucio decidió venir a las 9:00 de la mañana!!!! Muy bien señora!!! Minipunto para usted!!! Justo cuanto todos estamos trabajando para que no podamos decirle a la cara la jeta que tiene!!!

El caso es que iba a aparecer a esas horas de la madrugada cuando toda la invasión española se hallaba en el piso. Supimos de su visita la tarde anterior. A las armas!!! Orden de desalojo para los garrapatones españoles!!! Jejejeje. Les levanté a las 7:00 de la mañana para que estuvieran fuera de casa antes de las 8:30. Pobres. En su defensa debo decir que no se quejaron ni una sola vez!!! 🙂 Lo siento muchachos… la aventura es la aventura… (y asi tuvisteis un día bien aprovechado)!!! 😛

Pero dejemos a un lado pseudo-redadas como esta para contaros la visita al castillo de Windsor, una de las residencias de la monarquía inglesa, junto con el Palacio de Buckingham en Londres y con el Palacio de Holyrood en Edimburgo.

Este impresionante castillo en la cima de una colina servía de linea de defensa para la ciudad de Londres y sufrió unas cuantas ampliaciones. Entre otras la torre circular central se elevó 10 metros más, dándole un aspecto todavía más impresionante.

Pudimos visitar los aposentos reales. Lamentablemente no se permitían las fotos, pero os podreis imaginar que precisamente no era un ejemplo de sobriedad. (Alguna fotillo aquí) Como tantos palacios es realmente ostentoso e impresionante, teniendo entre oros, platas y demás baratijas, una colección de cuadros de Holbein y Rubens entre otros (Impresionante Holbein, me quede como 10 minutos mirando un retrato).

Una de las cosas que más no llamó la atención fue la casa de muñecas de la reina Mary, que aunque resulte contradictorio era una gigantesca representación de un palacio de la época, con cañerías auténticas por las que corría el agua (de hecho los grifos funcionan) y con algún detalle como una aspiradora electrica que tambien que a pesar de la miniaturización funcionaba. Os podreis imaginar la cantidad de detallitos. Completamente descomunal e inmensa. Totalmente imposible fijarse en todos. Es la parte más masificada de la visita con colas de algo más de media hora pero creanme vuestras mercedes cuando les digo que merece la pena. 🙂

Nos faltó por ver (por estar cerrado en contra de lo que indicaba la publicidad e incluso la audioguía) el interior de la capilla de San Jorge, cuyo exterior, que data de 1348, es un gustazo. He dicho.

Para los amantes abiertos de la prensa rosa o los que prefieren disimularlo bajo un manto histórico, este palacio acogió la boda de el Principe Carlos con Camilla Parker-Bowles. Hasta aquí puedo leer.

Resulta curioso el tirón publicitario de la familia Real Británica. Hay mucho merchandising con sus caretos, tazas, libros, camisetas , postales… ¿Quién puede resistirse a comprar sabiendo que puede llevarse una foto hasta del cuñao Real? Trabajar para gastarlo en esto… ^__^

Dejando a un lado las maniobras comerciales de los asesores de imagen de la realeza, el castillo merece mucho la pena y los salones y aposentos mucho más. Permitidme que os recomiende la Sala de Waterloo, llena de cuadros de británicos de la época que trataron, negociaron y lucharon contra Napoleón, y llena de tragaluces en un salón enorme. Tambien la entrada al Gran Hall llena de armas y armaduras de múltiples regiones (precioso un casco tailándes)… Y ya no digo ná más. Mejor vais y lo veis con vuestros propios ojos!!!

Nosotros mientras tanto preferimos quedarnos molestando sin ningún tipo de reparo al guardia de turno.