Uff, como está el patio. Se me acumulan las cosas y llego a esto ya con una semana de retraso. Los novios de momento tendrán que esperar. Pero no preocupitin, que todo llegará y aquellos que anhelais verme con mi corbata de color butano tendreis la oportunidad.

Dejadme que ahora os cuente lo acontecido no este sino el anterior fin de semana, cuando con mis visitas y después de que se marcharan, estuve disfrutando del Thames Festival. No es este un festival histórico, sino más bien reciente. Comenzó en el año 1997 y durante un fin de semana da cobijo a lo mejor de las artes callejeras: teatro, musica, circo, pirotecnia, exhibiciones de arte y mucho mucho ambientillo. Claro, la gente ya se lo conoce y se ha convertido en un evento muy importante, de hecho el año pasado alrededor de medio millón de personas se dieron cita para contemplarlo.

El recorrido abarcaba ambos márgenes del río, desde Westminster hasta la Torre de Londres, os podreis imaginar, que no faltaba de nada, pues además de los actos y puestos oficiales, todo tipo de espectáculos no-oficiales de mimos, escapistas, magos, músicos y pseudo-cocineros, hacían su Agosto a base de los felices viandantes.


Si bien todo esto tiene lugar desde algún momento a media mañana, es cuando se pone el sol cuando comienza lo más divertido. Porque la oscuridad da pie a la iluminación, artificial y engañosa pero maravillosa en cuanto a su gama de colores.

Y es tambien cuando se puede disfrutar de los mas variopintos personajes que se apropian de las atenciones de los atentos y los extraños, como esta señora, cubierta con un manto de lacitos de papel…

… o este semi-Sir Elton John, que nos anuncia lo que estabamos esperando, que comienza el carnaval Nocturno.

Y es que el carnaval nocturno, señores y señoras, es un despliege de imaginación al servicio de los más atrevidos. Se cortan las calles entre los puentes de Embankment y Blackfriars y alrededor de 2500 músicos, bailarines y artistas, muestran sus carrozas, sus trajes iluminados y muestran sus actuaciones.



Se muestran los fastuosos vestidos, los trajes imposibles, las armaduras de festival…




… Y por supuesto, la sangre latina, la samba, los ritmos caribeños, los trajes excasos y brillantes, tambien tienen su lugar en todo este maremagnum de música, ruido y multitudes.



Y aún asi quedan sitios para los monstruitos, las referencias a lo oscuro, entes óseos, calaveras, huesitos.



Y entonces llega el momento de correr, porque hay que coger sitio para asistir a los fuegos artificiales, que desde el medio del río, nos enganchan a todos, a niños y adultos viendo como las luces surcan el cielo y explotan en miles de piezas.




Qué os parece? Jartitos de fotos, eh? Pues me ha costado hacer la selección sangre y sudores, así que si os gusta alguna de las que he puesto hacedmelo saber, que las voy a presentar a concurso organizado por la propia asociación y tomare en cuenta (o no) vuestra opinión. 🙂