Con casi una semana de retraso, pero por fin teneis aquí un poco de lo que vivimos en el Carnaval de Notting Hill.

Os pongo en antecedentes. Este Carnaval comenzó en 1959 en St Pancras, siendo trasladado en 1965 a Notting Hill. Por aquel entonces se le consideraba un pequeño evento de la zona con apenas mil visitantes. Poco a poco fue tomando importancia y en 1976 ya tenía todo el sabor de una fiesta afro-caribeña con 150.000 personas tomando parte.

En la actualidad es un ejemplo de multicultaridad, pues además de los paises caribeños y africanos se han ido uniendo otros como Afganistán, Kurdistán, Bangladesh, Bulgaria, Rusia y parte de centro america y sudamérica. Se calcula que aproximadamente 1 millón de personas disfrutan actualmente de esta fiesta que deja 93 millones de libras a la economía británica y londinense.

Básicamente el Carnaval consta de dos partes, una parte periférica circular por donde pasan los desfiles, con sus colores, sus ostentosos trajes, su música y sus caravanas y la parte interior de dicho «círculo», donde están las zonas de música, carpas, puestos de comida, etc.

Llegamos prontito, y pudimos coger sitio para ver uno de los desfiles. Ya os podeis imaginar que estaba lleno de aguilillas que se pretendían hacer los despistados para encallar su codo en las costillas y avanzar unos pasitos. Pero eso, como os podreis imaginar con nosotros fue como intentar robar a un ladrón. 🙂

Curioso ver como la gente se jugaba el tipo para ver el desfile.

Y allí estuvimos un ratillo. Reseñar que nosotros, ignorantes, pretendíamos ir al Carnaval disfrazados. Hicimos bien en preguntar un par de días antes, pues al contrario que el resto de Carnavales que yo he vivido aqui no se disfraza nadie nadie nadie. Salvo los que participan en el desfile. Una pena.

Tambien reseñar que en general el público era bastante sosengas (sobre todo a primera hora, cuando aún no habían regado sus venas con alcohol) y se limitaban a ver pasar y sonreir. Tambien añado que no fue motivo este para que nosotros alternativos a todos ellos, estuvieramos dando palmas y «bailando» lo que se pudo.





Pues si, pues si, pues está bien, pero tampoco es nada del otro mundo. Sin ánimo de crear suspicacias debo decir que tanto todos yo como el resto de las garrapatas ibéricas, nos esperabamos algo mucho más impresionante. Nostadeltodomal pero ya se sabe. Los de Rio de Janeiro en la tele molan mucho más. 🙂

Ya que estabamos por allí decidimos dar una oportunidad a la parte interior, hogar de los altavoces, amplificadores, puestos chuscos de comida y todo un ejemplo de mestizaje.

Y aqui si. Esto si que era la FIESTAAAAAA!!!! Una autentica y absoluta LOCURAAAAAA!!!! LOCURAAAAAA!!! Estabamos alucinados y sorprendidos de la maraña de gente, de como se había transformado un barrio pijillo en una fiesta callejera con todas las de la ley o las de fuera de la ley.

No se cuantos escenarios podía haber (aqui teneis la lista completa), pero ya os digo, que no sabíamos donde atender. Llegabamos a uno. Dabamos gritos con el DJ. Bailabamos un poquejo. Uy que quedan muchos. Vamos a ver otro. Y otro. Y otro. Impresionante!!!!

Aquí podeis ver como una calle estaba totalmente tomada. Al fondo se ven dos enormes torres de altavoces y a ambos lados DJs y cantantes. Imposible atravesar la muchedumbre.

Pues como este muchísimos más. Generalmente mucho reggae y mucho hip-hop, aunque también nos sorprendimos con algún puesto de rock&roll, que vaya usted a saber que pintaba en un festival afro-caribeño, pero no pareció importar a nadie. Y el hecho de que estuviera decorado con dinosaurios tampoco le restaba glamour.

Personajes. Pues os podreis imaginar. Por doquier. Hagamos mención a la mezcla de Pitonisa Lola con Miniyo, y con mini-Baldomero incluido. Pobre gatito, al que la dueña meneaba sin ningún pudor e incluso… mordía (?).

Festival este de las trompetas y los silbatos. De los gritos por la calles. De la exaltación de la amistad y de hacer nuevos amigos. De dejar a los nuevos amigos y hacerte otros nuevos. Os podreis imaginar. NO falto mucho tiempo para que nos hicieramos con unos estridentes silbatos y un par de cuernos de Gondor, con los que levantar la moral a las tropas.


Tampoco faltó mucho para que nos hicieramos con una banderitas Jamaicanas, que fueron de mucha utilidad para encontrarnos entre la multitud.


Haré ahora un breve apunte para que podais visualizar los puestos chuscos, hogar del pollo requemado, estilo Manowar, o carbonizado, estilo Inferno. Cuna de la niebla de Londres. Graciosa humareda que nos hizo retomar ese olor ahumado que tanto se aprecia en los alimentos, pero que no suele ser muy aconsejable en la ropa. Graciosa tambien el hecho de que el tufazo invadiera las calles y tomara las elegantes casas de la zona.

A los hechos me remito.



Ni que decir tiene que según avanzaban las horas, el pollo Manowar se iba viendo cada vez con mejores ojos y que estando la abuela cansada, hasta el punto de tumbarse en mitad de la calle, no nos quedó otra que sentarnos a disfrutar de tan exquisito manjar. Un goce para los sentidos, oiga.

Llego entonces el momento de reenganchar con las cabalgatas, sufrir las multitudes y notar la inmensidad de la zona. Inacabable. Estamos hablando de que llevabamos allí desde las 12:30 de la mañana y ya erán las 17:00 de la tarde y no habíamos llegado al final. Cuanta gente cabe en las calles?

Y queden para el recuerdo estás cuantas imagenes, postales de colores de lo que vimos y vivimos por allí.







Una lástima que apenas se pueda transmitir la sensación de estar allí. Sentir la música, la luz, la fiesta, el olor, sentirte vivo con la gente. Fiestón recomendable para todo el mundo. Magnifico fin del loco Agosto. Magnifico fin de fiesta para las garrapatas. Nos vemos pronto!!!