Está en sus genes. No lo pueden negar ni ocultar. Pensaba que ver a mi antiguo flatmate (el mítico Brett) pelearse con los fogones bajo un paraguas en medio de una tormenta podía ser excesivo, pero mis nuevos compañeros de piso han hecho gala de ser de la misma especie.

Ya me lo debería haber yo temido, cuando les pregunté por algún plato típico de la región y sin dudar respondieron: BARBACOA! Valgame! Carnaza!

Ya lo decía muy sabiamente la caja del Risk. Sin riesgo no hay victoria. Y si el calendario indica que estamos en un recién estrenado Febrero en Londres, no ha de ser este motivo para tener miedo. Una barbacoa bien merece enfrentarse contra todo tipo de adversidades. Nada ensombrece el ánimo de estos hobbits, Gandalf. Tenemos un patio y no dudaremos en utilizarlo! Ja.

La receta es bien simple. Junte a unos cuantos neozelandeses y australianos pirados, aderezelos con unos pocos de ejemplares ibéricos, prenda un fuego grande que de calor y embutanse todos en abrigos y denle varias vueltas a la bufanda alrededor del gaznate.


Y es que aunque no negaré que ayudé a limpiar el jardín de la maleza incontenida, no sería justo atribuirme a mi ni un ápice de la organización y ejecución, pues mis preciado matrimonio vecinal, se trabajaron solitos ellos toda la ambientación. Compra y velitas por el jardín incluidas.

Completada esta primera fase de precalentamiento a golpe de cerveza, los maestros del ascua se pusieron manos a la obra en la denominada operación Salchicha. Que consiste en comprar semejante producto cárnico en cantidades aparentemente desmedidas y olvidarse de otros tipos de carne, que total, la salchicha se hace fácil y llena el estómago, que es lo que los mortales queremos.



Con la andorga llena, el ambiente hambriento se relaja, se dejan de ver fauces y se arriman las posaderas al fuego para mantenerlas a una temperatura satisfatoria. Añada más leña si tiene frío y alejese un poco de la chasca si tiene calor. Instintos primigenios. Vuelta a los origenes.

Por supuesto, glamour el mínimo. Os podreis imaginar que el olor a chuzo nos acompaño durante el resto de la jornada y hasta que la lavadora nos separe, pero que demuestren los bravos y valerosos que lo son, alejándose de las llamas. Aquí la fila de los cobardes!


Y ahora mirad fijamente… Por Osiris y por Apis!!! Sois un jabalí!! …digoooo… fijaooos bien!!! Por Osiris y Por Apis!!!





Embobaos verdad? Es lo que tiene. El fuego es lo que tiene. 🙂