Corría el principio del siglo XIX y la situación sepeliar en Londres era deplorable. No había sitio para enterrar a todos los que fallecían en la ya por aquel entonces enorme ciudad.

Se aprobó por lo tanto un proyecto para construir siete nuevos cementerios rodenando toda la periferia de Londres. Estos cementerios más modernos que los anteriores que pasaron a ser denominados los 7 Magníficos pues cada uno tenía elementos arquitectónicos que le conferían gran valor. Entre ellos estaba el Highgate Cemetery.

La época victoriana, cargada de una gran parafernalia a la hora de dar reposo a los difuntos hizo que el cementerio fuera cogiendo fama, pues las tumbas eran adornadas con motivos de lo más gótico.


Con el paso del tiempo el cementerio se llenó y se compraron los terrenos adyacentes hacia el Este, con lo que el cementerio quedó divido en dos partes que pueden ser visitadas ahora. La parte Este abierta al público (previo pago de entrada con un pound extra si quieres hacer fotos) y la parte Oeste a la que solo se puede entrar en visita guiada y que es la más impresionante de todas.

Pero demos una vuelta primero por la zona Este, donde aunque a día de hoy aún se sigue dando sepulcro a los difuntos, la mayor parte ya ha sido reconquistada por la naturaleza, que no ha dudado en conquistarlo dejando su marca a golpe de raíces y marañas de plantas.




Siendo territorio ahora de la madre Gea más salvaje, es común ver a todo tipo de animales rondando por allí. Gatos, pájaros, zorros… al igual que gran variedad de plantas silvestres.



Aparte de esto solo faltaban los guerreros del metal, haciéndose fotos para las portadas de sus discos! Que yo juraría que unas cuantas se han sacado de aquí. 🙂




Algunas cuantas de estas esculturas evitaban los mótivos góticos para centrase en algunos que honraran más la memoria de los fallecidos. Supongo que no os costará adivinar a que se dedicaban los que se encuentran bajo estas sepulturas…


Siendo como es, también hay una gran cantidad de gente importante enterrada en él. Bueno, gente importante que yo, haciendo lustre de mi gran incultura desconozco. Teneis una lista más o menos extensa aquí. Yo aparte de Karl Marx, poco más puedo aportar, pero lo mismo alguno de vostros tiene conocimiento de la vida y milagros de alguno de sus ilustres residentes.

Hora de cambiar a la parte Oeste, la originaria de los «Siete Magníficos». Sólo pequeños grupos reducidos de 15 personas cada hora, así que sólo los más madrugadores y pacientes podrán visitarlo. No despistarse muchachada.

Lamentablemente, al ser visita guiada, no se puede vagar alegremente entre las tumbas. Una pena, pero aún así nuestro Igor particular, nos preparó un recorrido de una hora de duración. A trote ligero, que ni tiempo para hacer fotos, oiga.


La impresionante avenida Egipcia, acabada en una plaza circular (Plaza del Líbano) con un enorme cedro coronándola es lo que le confiere el apelativo de uno de los magníficos. Es la sensación de adentrarse cual Indiana Jones en una mitología antigua. Sentiros libres de, como yo, recordad la plazoleta en la cima de Minas Tirith 😉




Por lo demás, siendo esta la parte más antigua, tiene las más diversas historias, como la del rey que regaló a quién alegaba tener de todo un ataúd, pues estaba seguro que no se habría preocupado de tener uno. El regalado está actualmente enterrado en el susodicho ataúd. 🙂

También las estatuas de queridos animales que tras la muerte de su dueño, decidieron esperar la llegada de su hora pacientemente encima de la tumba.

Curioso y muy interesante este cementerio. Veremos a ver cuando podamos visitar los otros seis. 🙂


Y ahora será mejor que nos retiremos y por favor, no hagais mucho ruido, que los ángeles quieren descansar. Sssssshh…