Bali 86

Cerré la mochila sabiendo que cerraba una etapa. Pero con la odiosa sensación de que una vez más me iba demasiado pronto. Después de retrasar durante innumerables ocasiones lo inevitable, casi 9 meses después me despedía del sudeste asiático, me despedía de Asia. Al otro lado de un vuelo, me espera una breve parada en Sidney (Australia), antes de marchar para Nueva Zelanda. Todo va a cambiar.

Asia fue la idea, el motor de este viaje. Conocer lo desconocido. Ver con mis propios ojos lo que ni siquiera sabía que existía. Descubrir esta parte del mundo. Fue, digo, la razón original para comenzar a viajar. Después lo acabaría liando y añadiendo más destinos a la lista, pero siempre tuve muy claro que este era mi sueño.

Y ahora que ya se sabe cumplido, sabe a poco, se me aturullan los recuerdos, se me mezclan las imágenes. Tantas, tantas, tantísimas.

Asia es un mundo que aún dibujado con las mismas herramientas que el nuestro ha resultado completamente diferente. Es darle un pincel a Van gogh, a Picasso, a Renoir. Tendrás algo completamente diferente, impresionista, alejado de delicados pincelazos. Emborronado de cerca donde sólo se aprecian los trazos gruesos, la basura, la falta de medios, los cazadores de turistas, pero precioso cuando consigues verlo todo de lejos, tan colorido, tan potente, rezumando energía, desbordado de fuerza.

Same same, but different.

Bali 75

Me marcho ahora que había conseguido ver el orden en el desorden, encontrar la normalidad en el caos. Atrás quedan los vehículos imposibles, la vida en dos ruedas, aprender que es posible vivir más cuando tienes menos, que las sonrisas nunca se cobran, se regalan, que en un mundo sin normas impera el sentido común, que todo es posible, que siempre habrá puertas cerradas pero habrá ventanas abiertas, que la sorpresa pasó a ser agradable rutina.

Me voy siendo más yo mismo de lo que jamás he sido. Pocas veces he sido más libre, más dueño de mis propias decisiones (con innumerables aciertos y muchísimos errores), pocas veces más centrado, pocas veces más perdido. Nunca viví y aprendí tanto.

Me voy llevándome mucho más de lo que dejo. Impagable deuda que no podré devolver jamás, pues sé que si vuelvo sólo será para agrandarla. Y aún así, en mi egoísmo, acabaré regresando al calor de una gente amable y agradecida. A perderme en moto por sus montañas, a navegar los azules más puros del mar, a oler la selva, a sentirme especial siendo uno de tantos.

Spassibo, bayarlalaa, xie xie, too je che, dhanyabad, chezu tinbade, lac jak, ar  kun, kwap jai, khob khun khraap, terima kasih.

Gracias.

Bali 85