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El desierto. Cierra los ojos e imagínatelo. Sabes perfectamente como es. Dunas resplandecientes al atardecer en sinuosas formas. Un paisaje que conoces al dedillo, que no cambia. Aunque realmente si lo hace y mecido por el viento, va poco a poco cambiando de forma. Nunca es lo mismo. A este blog, el pasa un poco igual. Si lo miras cada poco, está exactamente igual, pero en las miradas a largo plazo va cambiando y con el tiempo aparece un nuevo post traído por el viento.

Tampoco es cuestión de ser metafórico, pero el viento al final sopla cuando el tiempo y las condiciones climatológicas lo permiten y lamentablemente no tengo todo el tiempo que quisiera para que este pequeño rinconcito, mi rinconcito, estuviera siempre adecentado, al día. La vida es lo que pasa entre los posts con que actualizas el blog. Y mientras pasa la vida, también se hacen más fotos, se tienen más vivencias, que también quieren tener su huequito, fotos sedientas de segundos de fama que se acumulan en los discos duros, esperando su turno en este collage de historias empezadas e inacabadas que se expanden siguiendo la estructura de árbol a los más puros cuentos de las mil y una noches. Lineas de guión abiertas que se irán cerrando en algún momento, mientras otras muchas se van abriendo.

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Si, cada vez este rinconcito es más caótico, fruto de una evolución y adaptación al medio. Ya no es, tal y como una vez fue, mi diario. Mis anotaciones y cuaderno de viajes se ha reconvertido en algo más que mis memorias, en las que además intento no solo condensar mi experiencia, sino todo lo que he podido aprender y documentarme de un sitio. Mis intentos de artículos se han hecho mayores y aunque estoy satisfecho con esta estructura de troncho, tan poco internética hoy en día, la tarea de completarlos es exponencialmente más ardua. Suele pasar, cuando empiezas a investigar o leer de algo que acabas saltando de libro en libro, de referencia en referencia y acabas satisfaciendo tu curiosidad en lugar de plasmarlo en papel.

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Sea como fuera, hoy cumple 9 años. Y no puedo por menos que felicitarme. 9 años en que se ha sido testigo de muchas cosas y me ha ayudado a muchas otras, no solo a ser un escaparate de mis fotos, de mi trabajo y de mis proyectos sino sobre a todo conocer gente maravillosa y acabar haciendo cosas que ni se me habían pasado por la cabeza. Aparecen nuevos proyectos (en breve tendréis más información de algunos), otros se ahogan antes de nacer y otros mantienen su linea. No puedo decir que me este aburriendo.

Pues eso: 9 años. Sé que tal y como he confesado en los últimos párrafos, puede parecer que este rinconcito esta desantendido y aunque es cierto que instagram, facebook o twitter lo han sustituido como diario, aún quedan muchas historias que solo tendrán cabida aquí. Así que no lo duden. Pienso seguir dando guerra, aunque sea al mismo ritmo con que se mueven las dunas.

A todos vosotros que seguís entrando, leyendo y compartiendo este de vez en cuando, a los que he puesto cara y a los que no, a todos gracias por seguir pasando por esta vuestra casa por muchos años más. Por aquí seguiremos, preparando comida, café, cena y copas al que quiera. Prometido.

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(Y si, las fotos son de posts lejanos que aún no se han escrito… pero que siguen pacientemente en la cola… benditos ellos)