Dicen que el ser humano tropieza y retropieza con la misma piedra. En toda esta supuesta inconsciencia siempre hay algo de masoquismo escondido, agazapado entre los plieges de la personalidad. Y si no explíquenme como es posible que tras la agotadora experiencia de hacer cima en el Otake San, en una ruta clasificada como easy-medium […]
Sigue leyendoKoyo
Imagenes Otoñales de Yoyogi
He vuelto a pasar por allí hoy, una semana después y ha metamorfoseado completamente. Pocas hojas se aferran todavía a las ramas y las mayoría se unen a la alfombra amarilla sobre la que pasear tranquilamente, sólo, en compañía, en bicicleta, paseando a los perritos o tumbarse a gozar de los rayos del sol otoñales […]
Sigue leyendoCúbreme de oro…
El koyo es fascinante. Sólo ha hecho falta un pequeño cambio en los colores del Ginkgo Biloba para que la gente se lance en masa a contemplar su increible metamorfosis. Gente feliz, risas, miles, miles, miles de cámaras, miles, miles, miles de japoneses paseando por Icho-Namiki, rodeado de luces doradas, de potentes amarillos que se […]
Sigue leyendoEl bello exterior del Castillo de Nagoya
Aunque el plan del fin de semana en Ise-Shima debería dar para haber llegado a la bahía de Ago-Wan, el tiempo que tendía de malo a nefasto me hizo replantearme el viaje, en su lugar decidí volver hacia Nagoya, en un intento por acercarme a Tokio y si el tiempo no mejoraba siempre sería más […]
Sigue leyendoLa milenaria Ise. Ise-Shima (1)
Ise, en la región de Ise-Shima, tiene el santuario sintoista más sagrado e importante de Japón. Dicen que data del siglo IV a.C. aunque sus edificios se reconstruyen cada 20 años, en un acto rejuvenecedor, que aparte de realizarse siguiendo las técnicas tradicionales, cuesta una verdadera fortuna (la última de las hasta ahora 61 reconstrucciones […]
Sigue leyendoMontañas y más onsen. Minakami (y 2)
Retomo en estas crónicas desordenadas el punto en el que dejé nuestro viaje de relax, buen comer, buen beber y mucho disfrutar que supuso el descubrir Minakami. La zona, como bien comenté en el anterior post, estaba rodeada de montañas y esto es algo que siempre hay que aprovechar. Y sobre todo si un funicular […]
Sigue leyendoOtake San. El lobo vestido de cordero. O los oficinistas fofos se van a la montaña.
Todo comenzó de la manera más simple. Pablo, en un acto inocente (o eso creíamos) nos animaba a apuntarnos a hacer un ligero trekking por los montes cercanos de Tokio. Unas cinco horas de ruta facil/moderada, según los autores de «Hiking por Japón» de la lonely Planet. Claro que por aquel entonces no sabíamos que […]
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