Anonadado leo esta mañana en el periódico que una empresa escandinava va a comercializar en el Reino Unido un señor gotita de orina y un señor truño como peluches para niños.

¿Quién es su sana infancia no querría haber tenido la oportunidad de haber dormido abrazado a un mojón? ¿O jugar son la gotita amarillita y darle besitos? No sufrais más, mis pequeños hobbits, pues estos años de larga espera han finalizado.

Lo peor es que son monos.