¿Que es sostenibilidad? Una ciudad sostenible es aquella que no consume más recursos de los que produce y que no genera más desperdicios de los que el medio ambiente es capaz de soportar. Un desarrollo sostenible es aquel que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de que las generaciones futuras puedan atender sus propias necesidades.

Con estas ideas en la mente, ¿se podría decir que Londres es una ciudad sostenible? Rotundamente, NO.

La huella ecológica de una ciudad es un indicador que calcula el área de territorio ecologicamente productivo (cultivo, pastos, bosques…) para que una ciudad sea sostenible.

En el caso de Londres, la huella ecológica es de 49 millones de hectáreas, lo que indica que para abastecer y asimilar los deshechos de Londres haría falta un terreno dos veces toda Gran Bretaña, algo así como España entera. 293 veces su área geográfica.

Si nos remitimos a los datos, Londres es la ciudad europea cuyas temperaturas más han subido en los últimos 30 años y este invierno ha sido el invierno más caluroso del que se tiene constancia.

El cambio climático es un hecho. Londres y todas las ciudades necesitan un cambio. Sustainable London es una exposición que muestra los primeros pasos que está tomando la ciudad para hacerla un poco más sostenible.

Se centra principalmente en nuevos proyectos de edificios y comunidades que sean capaz de administrar de una manera más eficiente los recursos y generar menos residuos y emisiones contaminantes. Algunos de estos proyectos ya se han realizado, otros están en fase de desarrollo y otros son simplemente ideas. En total más de 60 conceptos diferentes que pueden llevar el adjetivo de sostenible.

Londres va a seguir creciendo, es algo innegable. Se siguen construyendo edificios, la City va a cambiar su skyline en breve y la nueva zona financiar de Canary Wharf va a añadir a su colección de rascacielos otros tantos.

Curiosamente son estos nuevos edificios, masivos, los que están mejor pensados ecológicamente hablando. Me ha sorprendido leer que el City Hall tiene una estrategia energética que le permite consumir un cuarto de lo que generalmente un edificio de sus características consume: con una ventilación natural, aprovechamiento de la luz solar, reciclaje del calor generado por ordenadores y luces. No tiene sistema de aire acondicionado, sino que usa eficientemente los recursos que tiene para enfriar el edificio.

Exactamente igual ocurre con el Gherkin, cuya estructura aerodinámica recoge el aire del exterior que es distribuido por el edificio. ¿Resultado? un 50% de ahorro energético.

Muy interesante resulta el proyecto de una enorme almenara de 40 metros de altitud en forma de Y con 5 triple hélices turbinas de viento con el proposito de aprovechar las corrientes de aire por encima de los edificios.

Esta estructura se colocaría repetidamente a lo largo de la ciudad, pues todos los generadores eólicos situados en localizaciones remotas pierden de un 30 a un 50% de la energía que generan mientras se transmite.

Y muchos otros, casas ecológicas, estaciones, colegios, bloques de viviendas… Pasándole el testigo a los arquitectos (por lo menos al comando gallego) creo que el reto que se les plantea es cuanto menos de lo más interesante y con el reto de las Olimpiadas, Londres tiene la posibilidad de marcar la diferencia.

Podeis bajaros un pdf con todos los proyectos pulsando aquí.


¿Es esto suficiente? Desde luego que no, pero es un comienzo. Londres es una ciudad con una infraestructura obsoleta de más de 100 años de antigüedad. Simplemente en fugas de agua en el sistema de tuberías se pierden 800 millones de litros al día. La cifra es escalofriante. Se estima que para poder alcanzar los objetivos en emisión de carbono para el 2026 hace falta una inversión de 8 billones (con b) de libras. 12 billones de euros.

En una ciudad que ronda los 8 millones de habitantes, cada acción individual puede ser diferenciante. Si todo el mundo reciclara serían 8 millones de personas reciclando. Algo masivo. Aún así son necesarias estrategias que permitan llevar a buen puerto las inversiones, el conocimiento, la creatividad y las nuevas infraestructuras. Es responsabilidad de los políticos, de las empresas y sobre todo de cada uno como individuo. Un minúsculo cambio en nuestros hábitos puede ser determinante.

Una exposición muy interesante (y gratis), que creo que merece la pena pasar a ver si pasáis cerca de Totenham Court Road.