Disculpen la tardanza mis queridos hobbits, pero llevo dos días intentando organizar este caos de fotos y recuerdos (aparte de poner alguna que otra lavadora) que he traido conmigo. Hacer hueco para 40 Gbs de fotos (es la primera vez que disparo únicamente con RAW) tampoco ha sido tarea fácil.

Me he encontrado una China muy distinta de lo que me esperaba en bastantes ocasiones. Paupérrima, muy alejada de la imagen de superpotencia que nos intentan vender con unos juegos olímpicos y un primer viaje al espacio. China no es eso. China que una vez fue el imperio más avanzado del mundo es ahora un pais casi tercermundista en vías de desarrollo decorado con vestigios de su antaño ostentosa y magnificiente civilización ahora demasiado lejos para los millones de personas que viven en condiciones pésimas a lo largo de sus 9.5 millones de kilómetros cuadrados.

Dos semanas apenas dan para hacer una radiografía del país, pero lo poco que he visto me ha hecho encontrarme con sensaciones muy contradictorias con respecto a él, por un lado he encontrado un país hecho polvo, falto de infraestructuras, por civilizar, con un tráfico caótico, señales de tráfico meramente decorativas (incluso para la policía), con un gran porcentaje de gente sin educación ni unos mínimos modales (o al menos de lo que yo entiendo por modales y creedme que no soy una persona refinada) y con un concepto de higiene bastante relajado (esquivar los escupitajos por la calle está a la orden del día y los niños la mayoría con nalgas y demás atributos al aire no tienen ningún repardo en hacer sus necesidades en la calle, haya un puesto de fruta o de comida al lado, o incluso dentro del metro). Os haréis una idea. Por otro lado y al mismo tiempo, la gente ha resultado amable, muy curiosa ante los extranjeros (es bastante probable que me hayan hecho más fotos a mi que yo a ellos. Si. En serio) e intentando ser de ayuda siempre. Me han parecido gente mayormente alegre, con un exquisito cuidado de los suyos, sus niños, sus discapacidados y personas mayores.

Es un país que saca buena tajada del turismo y a pesar de ello no tiene sus maravillas ni remotamente cuidadas como se merecen. Es un exprimir la gallina de los huevos de oro. Aún así para el nivel europeo, es tremendamente barato y lamenta y previsiblemente está lleno o de truhanes que intentan aprovecharse del extrajero y que acaba con la curiosa paradoja de que acabas confiando en los que nos debes y desconfiando de los que se te acercan con sus mejores intenciones.

Sus templos, La gran muralla China, Xian, los rascacielos de Shanghái, los entrecruzados neones de Hong Kong, son a pesar de todo, para dejarte con la boca abierta y lo poco que he podido ver del país puede ser realmente bello.

Ni contigo ni sin tí. Me habría encantado viajar más tiempo ahora que ya empezaba a cogerles el truco (y es que aunque las comparaciones son odiosas, vivir en Japón en las distancias cortas ha obrado en contra de los chinos), pero bueno, es lo que hay, menos habría sido nada. Cómo no sé ni como resumirlo, ni como empezar, intentaré ir haciéndolo poco a poco, a ver si se me aclaran las ideas.

Cojan pues sus palillos, dején los escrúpulos a un lado, pónganse cómodos y estén atentos a los vehículos motorizados o no, que en cualquier momento pueden resultar arrollados. Y disfruten de la experiencia, que estas en las que nada es perfecto, resultan de lo más enriquecedoras!!! Comenzamos. 🙂

PD. Lamentable me ha parecido ver que de los mochileros que me he encontrado por mi camino soy el que menos tiempo viajaba y el más mayor. Tengo que arreglar muchas cosas de las que no he hecho en mi pasado. 😉

PDD. Algo decepcionado he acabado con la Lonely Planet de China, muy desactualizada para haberla comprado este año un par de meses antes de mi viaje. Digo yo que ya que era tiempo de las Olimpiadas bien podrían haberla dado un buen repaso, no?