Hay un nuevo héroe en la ciudad, todo lo soluciona y nada puede con él: El Handyman.

Y es que Handyman hace de todo, lo mismo vale para arreglar un tejado, que para revisar las cañerías, te cuida el jardín, te recoge la basura, te hace una obrilla y si hay algo que no hace tu le llamas y seguro que algo te apaña. Es lo que comunmente llamamos un «ñapas».

Y aquí, el handymovil:

«Bah!, furgonetilla al canto, pensareis». Pero hagamos un análisis más detallado y centremonos en el conductor. ¿Lleva algo que le tapa la boca? Efectivamente. Un micrófono. Y no os creais que va dejandose la garganta a gritos, no. El tío va cantando, se para en los semáforos te señala al más puro estilo Grease y se marca una canción al tiempo que hace poses para las fotos.

En mi caso, nos dedicó el «Never fall in love again» de Elvis Costello. La recordareis por ser la canción de amor que canta el propio Elvis Costello en la calle con un pequeño grupo en «Austin Powers: La espía que me achuchó». Ahi es ná.

Claro, a los presentes se nos saltaban las lágrimas de la risa.

Y si, lo que sale por abajo son pompitas de jabón.