Llegamos a Sanlúcar de Barrameda y antes de siquiera entrar en el city centre, el ligre, haciendo las funciones de Gollum nos condujo atravesando casas, barrios y caserones, a un lugar remoto que se perdía tierra adentro y al que no habiendo arrojado miguitas de pan por el camino no seremos jamás capaces de encontrar. Orcos no conocen.
Y allí, en lo que era a la vez comedor y peña gallística (de ahí la última foto) de dudosa legalidad, nos sentamos en mesas y sillas de plástico, rodeado por carteles de Manzanilla La Gitana para confiados ver como Salva pedía sin vergüenza una buena rista de platos con la intención del que sintiéndose anfitrión, no quiere que sus invitados se vayan con el estómago medio vacío.
Comenzó el desfile, y entre todos ellos estaban dos enormes, gigantes, goliáticos chocos de casi 5 kg en palabras del propio camarero, ante la mirada ojiplática de los presentes.
Pues estos no son de los grandes – nos informaban con algo de aire triste – Los buenos son los que se sirven en dos bandejas. Una para el cuerpo y otra para la cabeza.
O_O
Botones del pantalón desabrochados y poca sangre para razonar nos hizo estar a merced de los compañeros locales a los que seguimos sin ofrecer ningún tipo de resistencia para adentrarnos ahora sí, en las calles de Sanlúcar. (Aunque antes de pasar a ello, parad un segundo a ver la detallada cuenta que se nos facilitó para pagar).
Tuvimos además la grandísima suerte de que por primera vez el sol empezó a brillar y a calentar, con el consiguiente agrado en primera instancia y quejas en una segunda. Si es que ya no tengo el cuerpo acostumbrado al calor. Yo me vuelvo a Londres!…
Una pequeña vuelta por el centro a la velocidad que nos dejaba el reducido intervalo de tiempo de que disponíamos para ver los sitios más emblemáticos como el Palacio ducal de Medina Sidonia…
o lo que queda del ya clausurado Museo del Mar Las Caracolas…
… a cuyo creador, apodado cariñosamente por los locales como «el niño barco» se puede encontrar en una de las plazas vendiendo toda clase de objetos relacionados con el océano, como mandíbulas de tiburón.
Y así nos fue. Y así lo hemos contado. Acabamos en la terraza en la cima de un hotel, desde se vislumbraba todo Sanlúcar, Doñana al fondo y donde nos tomamos el café del hasta luego.
Como siempre, geniales las fotos. Nunca había visto un choco cocinado sin trocear.
Nosotros nos quedamos con las ganas de ver el tamaño de la freidora!!! 😉
jejjeje!! Pues si que sorprende!! me he quedado con la boca abierta y con las ganas de comermelo!!
Queda pendiente a mi regreso a España, una visita por estas tierras!!
Chocos troceados?…ostiá!, Oria y demás comentaristas, pos están ustedes invitados a venirse a Galicia, por que aquí se cocinan, a la plancha y fritos, bueno, y en guisopadas y demás variantes pero siempre enteros… los que se trocean por estas tierras son choupas, chipirones (y no siempre que también se sirven enteros), sepias, jibias y calamares…. aunque son de un tamaño normal, no como el craquen este que nos sirvieron en san Lucar…
me apunto a la duda de la freidora…
Hermano choco, tu eres cefalópodo como yo, por eso te quiero tanto, y te llevo en mi corazón…
creo que nunca había supurado tanto la digestión de una comida… digerir las paredes de dos dedos de grosor de esos chocos, y recibir un solazo de justicia en todo lo alto no son buena combinación para la operación bikini…
qué pasa con el richal?? no hay foto del richal??
Nuria, a mi la boca todavía no se me ha cerrado. Aunque creo que es por que al igual que la choupiña de corazón, sigo haciendo la digestión y una parte de mi cuerpo ya está controlada por el choco.
Ten por seguro que tienes que ir a esas tierras a tu vuelta y si no aprovechaté de la invitación de Cinza a Galicia… hihihi
Ya empezamos con las jornadas gastrónomicas!!! Y eso que es lunes!!!
En estos momentos no puedo pensar en comida. Un fin de semana demasiado ajetreado para mi estomago. Ayer termine de comer a las 6 de la tarde y no se ni como me atrevi a cenar poco despues, ya que lo del sabado y la comida del domingo todavia tenia demasiado cerca.
Las fotos geniales, aunque las gastronomicas las he pasado cerrando los ojos. ;P
Me encanta la foto de la farola. Y veo que a peticion del publico has subido la foto del mono.
No me hables de comida de finde… calla calla… anoche solo cené una ensalada!!! YO!!! :S
Que usted digiera bien! 🙂
Veo que te lo pasaste bien por mi tierra, aunque soy de Jerez y vivo en Rota, corre sangre sanluqueña (y de manzanilla) por mis venas.
Saludos!
Digerir? Creo que eso sera una ardua tarea ademas, pronto llega la hora de la comer. 🙂 Si mañana no aparezco por aqui, pueden hacerse a la idea que estoy a dieta. jajajaja…
Solo ensalada? Si no lo veo no lo creo. Ya seria una de esas que tienen de todo. Una completita. ;p
🙂 Buenas tierras, por supuesto.
Jérez aún no lo conozco, pues sólo pare en el aeropuerto y Rota tampoco, pero voy aumentando el número de lugares visitados por el sur: Sevilla, Granada, Huelva, Cádiz, Jaén… pero aún me queda mucho!!!
Yo creo que va a ver que imponerse un viaje en furgoneta por ahí. 🙂
Saludos!!
Lorea, te voy a dar la razón con eso de que este blog no anima a los dietoadictos a completar una dieta sino más bien a dejarla jajajaja 🙂
Whahahahwwaawa (salivilla cayendo por las comisuras de los labios)…agagggagaggaa (mirada perdida al infinito).
Mi choooooooco, mi tesooooooooro.
PD1: Lo de la furgoneta, ya sabe…
PD2: En el hasta luego está la clave
La verdad es que mira con unos ojitos que dan ganas de comérselo… literlamente. hihihihi
PD1. Tendrá noticias mías.
PD2. Hasta luego. 😉