Pues no, después madrugar dos días, no fui capaz de ver el primer sol de España en Es Castell, al Este de pequeña y cómoda isla de Menorca. Más perezoso que yo, se quedaba arropado por un edredón de nubes en su cama del horizonte hasta media mañana. Diría que con con la llegada del tiempo le tocaba trabajar cada vez más y que cinco minutitos más. Sólo cinco minutitos más. Le salvaba la empatía de saber que todos habíamos usado esa misma técnica muchas veces y mientras luego cumpliera y se dedicara a bañar la isla de una luz radiante nos daba bastante igual.
Y vaya que si lucía la isla. Era mi primera visita al remoto este balear y tenía muchas expectativas en conocerla. Y es que su fama la precedía y venía avalada por una ristra de piropos que ya hace tiempo que la habían convertido en reserva de la Biosfera. Toda ella. Sus 701 km2 rodeados de turquesas calas que habían atraído y enamorado a muchos entre ellos al viento, que sin encontrarse apenas oposición en una isla tremendamente plana, campa a sus anchas por ella. La pequeña y bella Menorca. La isla del viento.
Como el propio viento que viene y va, lo mismo sucedió con sus habitantes y durante siglos ha ido cambiando de manos y dueños, víctima de encontrarse en mitad del Mediterráneo, una auténtica autopistas de civilizaciones de las cuales quedan restos por toda la isla, especialmente de las más antiguas.
Los restos hablan de una cultura prehistórica denominada talayótica. Talayótica porque construyeron numerosas atalayas, prehistórica porque no dejaron nada escrito, pero estuvieron dominando la isla hasta el siglo II a.c. más o menos, cuando tras haber sido usado de forma pacífica por fenicios y griegos como puerto comercial, llegaron los cartagineses con otras intenciones y fundaron la ciudad de Magón, que acabaría convirtiéndose en Mahon y donde siglos después se inventaría la salsa mahonesa o mayonesa.
Pero antes de ayudar a dar sabor a los platos, la isla habría de pasar por manos romanas, vándalas, bizantinas y árabes, antes de que Alfonso III la integrara en la corona de Aragón, repoblando la isla con catalanes. Con el final de la Guerra de Sucesión Española, que enfrentó a las grandes potencias europeas en el siglo XVI, Menorca tras el tratado de Utrech pasaba a ser parte de los británicos (obteniendo además Gibraltar) que llegaron a la isla con el objetivo de hacerla un foco comercial.
La influencia británica se ve aún hoy en día en muchos de los aspectos de la isla, como la arquitectura similar a la de pequeñas ciudades inglesas, o en el hecho de que la ginebra sea una de las bebidas más consumidas y típicas hoy en día, contando con una destilería de corte tradicional en Mahón.
Pero como sabemos, Menorca ya no es británica, así que ¿que pasó después? Pues que por su posición estratégica o por sus reservas de ginebra, siguió siendo un caramelo para todas las potencias europea. Francia la ganó en la guerra de los Siete Años (1756), pero la perdió de nuevo en un tratado (París, 1763) a favor de los británicos. Después llegaría la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos, en el que las colonias británicas en la Nueva América se separaron de la Corona Británica, en una guerra en la que no podían faltar los franceses sacando tajada de los problemas británicos y en las que se asociaron con los españoles para recuperar la isla. No duró mucho, los ingleses la volvieron a invadir 16 años después, en 1798.
Llegó un momento en que los franceses e ingleses, cansados de darse tortas por todo el mundo decidieron firmar un tratado de paz, el tratado de Amiens en 1802, que entre otras cosas, restituía por parte de Gran Bretaña todas las conquistas hechas por Francia y sus paises aliados, con lo que Menorca fue devuelta a manos españolas (Gibraltar en cambio no entró en el trato, incumpliendo el significado de la palabra �todas�). Como todas las casas de apuestas sabían, la paz no duraría mucho y en menos de un año ya estaban zurrándose otra vez, pero Menorca se mantendría en manos españolas hasta hoy en día.
Pero recorrer la isla hoy en día no muestra rastros de ese pasado tan convulso y una época de tanta inestabilidad y cambios. Menorca es hoy en día, una isla tremendamente tranquila, poco poblada y con un interior lleno de naturaleza rodeado por centenares de calas, muchas de ellas vírgenes. Dicen que los meses de verano, la población de multiplica pero que aún así sigue siendo más tranquila que sus colegas baleares, especialmente Mallorca e Ibiza.
Y es que en la pequeñas calas de �ciudad�, como las que se esconden en los recovecos de los 6 kilómetros del puerto de Mahón, las terrazas se mezclan con las barcas de pescadores y es fácil imaginarse su ambientazo, con calles que te invitan a salir de casa y recorrerlas. A ese nivel, la joya es Ciudadela, que se mantiene casi igual a como era hace unos siglos, con un casco histórico precioso, señorial, lleno de callejuelas y soportales con arcos, donde está la Catedral y la mayor parte de los edificios históricos de la isla.
Si me permiten una recomendación, será la de alquilarse un coche y recorrerla. No habrá que conducir mucho (la isla se cruza de punta a punta por su carretera principal en algo más de media hora) pero te permitirá llegar a lugares remotos que tienen que tener toda buena isla que se precie, como los faros. No soy un loco de los faros, pero hay que reconocerles el romanticismo de sus localizaciones, esos acantilados rocosos, golpeados por el viento con esos aires de fin del mundo. En Menorca no iban a ser menos, así que si pueden no dejen de visitar el de Cavalleria en la parte Norte de la isla o el de Favaritx al Este. Maravilloso.
Aún quedan muchas calas y caminos del interior por descubrir, muchos amaneceres y atardeceres que fotografiar y ver el primer sol de España, esta vez si. Es una excusa como otra cualquiera para seguir conociéndola, así que ¿Cuando volvemos?
Parte del minubetrip que hice junto con Víctor, Carmen y Castresana. Todos los rincones y lugares que visitamos en nuestro plan de viaje.
Galería de fotos de Menorca.
Que nitidez y limpieza consigues en las fotos! muy buenas!!
http://www.marcospaunero.com/0retoque.php
Que buenas fotos Ignacio!! Y que recuerdos Menorca… fui este verano y me gustó mucho. Quizás sea mejor ir antes del verano para encontrar un poco más de tranquilidad.
Hago un poco de autospam y dejo el post de mis fotos de Menorca ^_^ http://ixde.net/2012/07/menorca/
Es mi pequeño paraiso…
http://www.raconets.com/search/label/Menorca
Como siempre, espectacular!!!
Con muchísimas ganas de ir a conocer Menorca.
Las nubes le dan un toque precioso a las fotos, aunque no vieras el primer sol de España 😉
Que bonitas!! Ojala algún día nos enseñes nociones de procesamiento para los que te seguimos!
Unas fotos increíbles, la verdad es que Menorca es preciosa, he estado un par de veces y sin duda repetiré. Saludos!!!
Preciosas fotos, yo también amo la fotografía pero aún soy novata, espero alguna vez tener esa chispa que tienes tu en ellas, pero para suerte la mia, soy de menorca, mahonesa desde hace ya casi 18 años, y no la cambiaría por nada!