Si hay una empresa de la industria del cine que ha revolucionado el medio, es Pixar. La empresa que Steve Jobs, actual dirigente de Apple, le compró a George Lucas por 5 millones de dólares y que actualmente ya ha generado 2,5 billones de dolares.

Pero a parte de los datos de vértigo de la empresa, el sábado pude por fin ver lo que se esconde tras Pixar, de ver la mágia de los dibujos y del comienzo del proceso creativo en una exposición en el museo de la ciencia: Pixar, 20 años de animación.

Ni que decir tiene que me pareció una auténtica maravilla de exposición: bocetos a lapiz, estudios de caras, de movimientos, de color, evoluciones de los personajes, esculturas, creación de modelos tridimensionales… ufff!!! Muchísimas cosas especialmente recomendables para los amantes del proceso creativo (para los que como yo devoramos los extras de los DVDs ;-D ).

Es genial poder ver de primera mano los lápices y ver como eran en un principio personajes como Sullivan (el monstruo peludo y azul de Monstruos S.A.) o Edna (la diseñadora de moda de Los increibles).

Seguro que algunos estareis pensando… Vaya almendrón, si a mi lo que me gustan son las películas, déjate de dibujitos, ¿qué podemos ver que nos interese?

Sinceramente he de decir que la mayoría de la exposición esta decidada a los bocetillos y desarrollo, pero hay una cosa que creo que es bastante interesante y que me hizo quedarme a mi y a todos los que estabamos allí con la boca abierta y soltando exclamaciones varias: Un Zoetrope tridimensional (acojonaos os habreis quedao, eh?)

¿Que es un Zoetrope? Lo mismo no lo conoceis por ese nombre, pero seguro que todos reconoceis el siguiente cacharrito:


Obviando la alfombra sobre la que esta colocado, esto es la primera máquina de animación del mundo. Si os fijais en las imágenes que hay en el interior, aunque en principio parecen similares van creando una animación. Si mirais por una de las rejillas laterales al tiempo que el cacharro gira, tendreis una sensación de movimiento. Rudimentario, pero la ilusión existe. Ya sabeis, 24 fotogramas por segundo, bla bla bla…

Muy bien, ahora supongamos que en lugar de tener dibujitos, tenemos un panel circular sobre el que hemos colocado esculturas, cada una ligeramente diferente de la otra. Una escultura por fotograma.

Si giramos el panel a una velocidad suficiente y además sincronizamos la luz para que se encienda y se apague más de 24 veces por segundo conseguimos de nuevo crear el efecto de animación, pero esta vez en tres dimensiones.

Haaalaaaaaaa!!!!! Y si en vez de un solo muñeco tienes tropeciendos, que saltan, saludan, botan y vuelan, pues os podeis imaginar la sensación. Supongo que será exactamente igual que cuando aparecieron los primeros dibujos animados: «se mueven». Sí. Y aunque la explicación no haga justicia es impresionante ver esculturas en movimiento.

¿Y esto que tiene que ver con Pixar? Basicamente nada, salvo que las esculturas son personajes de Pixar y que es una excusa como otra cualquiera para ver la exposición.

Y como anticipo de lo próximo que podremos ver en los cines de Pixar: El poster de Cars. No puedo esperaaaar!!!

Exposición para amantes de Pixar, y para padres que con la excusa de que es para los niños disfrutan más que ellos. 😀