Nada, no tengo excusa. Mis características gafas llenas de dedos y ronchas variadas van a llegar a su fin. Si, una nueva era se acerca. Una era dominada por estas máquinas que he encontrado en mitad de la calle y que de manera totalmente altruista te dejan los cristales de las gafas limpitos.

Cleaning Glasses Machine 01

No me preguntéis lo que hacen, porque no tengo ni idea. Tampoco caigais en el pensamiento fácil y lo despreciéis con un simple «bah eso son agua y pañuelitos!». Eso pensaba yo, pero por lo visto, no es proceso baladí. Haciendo gala de mi fluido japonés (o sea esperar a que pase alguien, lo use y tome nota) como bien podréis leer, el proceso consta de tres partes.

Cleaning Glasses Machine 02

Una primera que dura un minuto en la que se dejan las gafas en el primer recipiente, se pulsa un botoncito, el cacharro empieza a hacer ruiditos y afortunadamente las gafas no salen derretidas. Otra segunda fase, en la que pasan a un segundo recipiente, pero esta vez, no hay ruiditos, ni nada, así que las dejas ahí lo que estimes conveniente, para por último secarlas con los pañuelillos.

Cleaning Glasses Machine 03

Mano de santo oiga. Ni una motita. Y eso que había para rascar… y por la pati.