Retomamos la senda de Pekín y con ella el más mastodóntico de sus lugares. Si pensabáis que Tiananmen Square y La Ciudad Prohibida eran grandes y que deberías llevar cantimplora y bocata para recorrer el Templo del Cielo, permitidme que os presente el Palacio de Verano.
Lugar de recreo de la corte real, esta formado por templos, jardines, pabellones, corredores y lagos en un intento por que la Casa Real tuviera un veranito más fresquito alejada del calor que recalentaba la Ciudad Prohibida. En total 300 hectáreas de las cuales tres cuartos son agua con su gigantesdo lago Kumming en el centro vigilado por la Colina de la Longevidad Milenaria como puntos más emblemáticos de todo el complejo.
Es ciertamente cansado recorrerlo entero, pero supongo que esa era la idea cuando lo idearon, que te lleve muy muy lejos. No en vano, tenía hueco para la corte… y para las cortesanas, así que bien sabían cuando lo hacían que deberían hacerlo bien grande para que no se encontraran. 😛 Su diseño, es muy armónico, intentando compensar los elementos a la vista para que encajen perfectamente. Por ejemplo la Pagoda que corona la Montaña de la Longevidad Milenaria, se destruyó para volver a construirse con una reducida parte de su tamaño de modo que el conjunto fuera más agradable en el entorno.
Además está lleno de detalles curiosos, como un barco de Mármol, que lógicamente nunca navegó, pero que hacía las delicias a la hora de tomar el té con la brisa del lago, o un enorme corredor de 750 metros, que con 14.000 pinturas recordando la historia de China permitía a la emperatriz pasear a lo largo del Palacio sin importar de que cara se desperatara el tiempo.
Barcas, dragones, islas, puentes, templos, pabellones, bosques, montañas… Realmente es un ejemplo del poderío y el arte de la China de hace unos siglos. Es completamente imprescindible en Pekín (aunque llevará más de medio día verlo o hasta que las piernas reniegen de ti).
Por cierto, un breve inciso. Ya sabéis que yo no soy de corte deportista y líbreme de hablar mal de los que desean mover sus músculos y articulaciones pero por muy sano que sea, montar un Aerobic Makinero a las puertas del templo no es que me parezca mal, pero algo de grandeza y épica si que quita. Os pongáis como os pongáis.
Una cosa está clara: las miniaturas en China como que no se llevan, vamos.
Y las Chiquitas de la Calzada (jaaarl) con el baile, se salen (en el sentido literal de la palabra… se salen del tiesto).
T_T
Pero con que alegría… con que porte… con que ganas…
Todo el arte… 🙂
(y lo peor es que tienen más ritmo que yo… sigh!)
Muy chulo!!
jajaja… ¿pero quien llevaba el ritmo???? …
Estoy encantada de que continuemos el viaje, el palacio impresionante y tus fotos también! Lo del aerobic delante del palacio pues bueno, se parece mucho a la clase donde iba yo… Pero te doy la razón que se queda uno así mirando y pensando: y esto aquí pa qué? ja ja ja! Con lo bonito que queda ver a la gente haciendo tai-chi, pero oye que si quieren aerobic a lo chiquito como dice japogo pues no somos nadie pa negarselo! ja ja ja, que rato más agusto me acabo de pasar!
Cristina, pues hay unas cuantas que se lo saben de memoria… luego supongo que las demás van llegando y se van apuntando. Me da que esto no era el primer día que lo hacían..
Cris, hacías aerobic en un parque con música bakaluti al lado de un castillo? O_O
Wow. 😉
Qué cabrón! ja ja ja! Noooooo, hombre como mucho haría aerobic al ritmo de una gaita delante de la Virgen de Covandonga en Asturias, pero no… Me refiero a que yo coincidí una vez en una clase con un grupillo que llevabamos el ritmo al revés… Ay como cambian los tiempos, repito que lo bonito que hubiera sido que te hubieras encontrado un grupo de tai-chi pero ahora lo que se lleva en pekin es el bakarobic enfrente de monumentos….