A pesar del traje seco lleno de aire haciendo de aislante, el golpe de frío había llegado como un mazazo cuando entramos en los gélidos 2ºC del agua. Bajo la dura capa de hielo que cubría la superficie del lago, donde las burbujas se quedaban atrapadas, se veía desaparecer la entrada, un par de metros cuadrados de abertura hechas a base de pico y pala, mientras buceábamos hacia el interior del lago.
La inmersión no duraría mucho. Inevitablemente, por muy preparados que estuviéramos, la temperatura corporal no dejaba de descender. Los más experimentados sabían moverse con precisión, volteándose bajo el agua y desplazando sabiamente el aire dentro del traje, pero el resto aguantábamos y confiábamos en que las capas de ropa que llevábamos puestas fueran suficiente.
Con una duración por lo tanto muy limitada, había que aprovechar el tiempo al máximo y disfrutar la inolvidable experiencia de estar bajo el hielo. Tocarlo desde abajo, oírlo, sentir el inframundo helado. Volverse una foca, vamos. O al menos una foca alpina, porque donde estábamos, en mitad de los Pirineos, en el corazón de Andorra, bucear parecía la última de las actividades que podría hacerse cerca de una pista de esquí.
Pero sin embargo, fue una sorpresa extraordinaria. Sí, se podía bucear en Andorra. ¿Y cómo había llegado yo a bucear a la diminuta Andorra? Por cortesía de la gente de la red social de viajes Minube, para asistir a uno de sus clásicos minubetrips está vez en colaboración con Turismo de Andorra. Y yo, encantado, por supuesto.
(de izq. a derch.: Diego de Viajandocondiego, Pedro Jareño de Minube y Emilio de Digitalmeteo en la fila de atrás, Guillermo de Minube y Carlos de Vagamundos en la fila intermedia y Flapy de Flapy in Japan, y un servidor en primera fila)
La idea era mostrarnos algunas de las opciones de ocio que ofrece Andorra, más allá de las archiconocidas pistas de esquí e ir de compras, así que empezamos recuperándonos del viaje con un primer día dedicado íntegramente a relajar el cuerpo en Caldea, un spa de aguas termales, de esos que es te permiten estar a la intemperie dentro de canales de agua calentita entre masaje y masaje. ¡Qué dura es la vida del blogero de viajes!
De piscina en piscina, de olla en olla, hidromasaje en hidromasaje, incluso con espectáculo de luces y fuentes (estando tú dentro de ellas), no había sido mala manera de empezar. De Caldea destaca además su extravagante construcción. Una enorme pirámide acristalada, con restaurantes, miradores, que se eleva en el centro de Escaldes. Imposible perdérsela y se cuchichea que a pesar del enorme tamaño que ya ostenta ya hay una ampliación en marcha. La ciudad del relax.
Pero, estando situada en mitad de los Pirineos, para un amante de la montaña, los paisajes de Andorra tenían sus premio. Y eso que no nos dio tiempo a hacer ninguna ruta por allí, pero seguro que me habrían dejado con la boca abierta. Después de todo, tengo bastante desaprovechados los Pirineos (mea culpa, lo sé).
También tuvimos la posibilidad de visitar Naturalia y hacer su actividad estrella. Descender por el tobotronc, el tobogán alpino más largo del mundo. Para entendernos 5 kilómetros de tobogán a bordo de un trineo que se mueve por encima de unos railes de acero para cubrir 400 metros a toda pastilla entre pinares. Cómo parece un poco surrealista, os dejo un video que grabó el vagamundos a lo largo de al bajada.
Aunque para mí, la posiblidad de mezclar el submarinismo con la montaña fue la actividad estrella. Y eso que fue bastante dura. No sólo por las bajas temperaturas, sino porque había que para compensar la flotabilidad del traje seco y el aire de su interior, había que moverse con 12 kilos de peso. A esto había que añadir un pequeño problema. El traje sellaba perfectamente, pero los guantes… no.
El problema residía, según nos contaron, en que los guantes deberían de estar hechos a medida para que sellarán completamente y no entrará ni una gota de agua y al no ser así era inevitable sentir como poco a poco un chorrillo helado te iba helando los dedos. Fue, el único punto en contra de toda la experiencia. Podéis imaginaros la fiesta para recuperar la sensibilidad en los dedos.
Tampoco debería quejarme demasiado, a día de hoy, sigo manteniendo todos los dedos y estoy deseando repetir, pero mientras espero pacientemente a que la oportunidad vuelva a presentarse, aquí os dejo, un pequeño video que he montado con los retales que fui grabando en el viaje. 🙂
¡¡Hasta la próxima!!
(Y sí, para el que quiera aún quedan más fotos)
Joé! Así da gusto visitar Andorra jajaja
Hace poco me uní al blog (increíbles tanto las fotos como las experiencias que he podido ver/leer!!) así que continuo a la espera de nuevas instantáneas sobre tus aventuras.
Saludos
GRACIAS POR LA CRONICA .. LAS BUENAS FOTOS Y LAS RISAS QUE HICIMOS…
DIEGO
;-))
Vaya experiencia. Y al lado de casa, como quien dice.
Tu blog no deja de darme ideas de qué hacer (y que posiblemente nunca haga xD). Sigue así 🙂
Ignacio,
Lo del lente ojo de pez es cierto, ¡todos salimos con cara de besugos! 😉 Enhorabuena por el post
Que bueno caldea, no hay nada como estar bañandote en la piscina exterior con todo nevado en pleno invierno…
Casi cada visita a Andorra requiere otra a Caldea…
Por cierto, lo del buceo segun cuentas menudo frio, cuanto tiepo duró la inmersión más o menos?
Me encanta lo del trineo!! y lo del buceo, y lo de caldea, y lo de la cena… que envidia de viaje, a ver si algún día copio plan 😉 abrazo!
Ainss… de sufrí y de sufrí.
Yo he hecho mushing y moto de nieve, un poquito de algo parecido a esquiar, las tipicas compras…y vivir, que me he pasado dos añitos disfrutando de esa belleza de pais.
Desde entonces, cada año vuelvo.
Pero no sabía nada del buceo. Es un poco -bastante- peligroso no ir con traje seco total y estar más de ocho minutos a esa temperatura… pero eso tú ya lo debes de saber.
Y a Caldea no he ido, bueno he ido a tomar café y a cosas así pero no a las aguas, no me gusta como está enfocado, pero es que yo soy mu rara… cualquier dia cambio y hago…
Traje seco y Caldea???
necesito más datos!jajaja!
wow!! besitos
Cesco, muchas gracias… y bienvenido!!
DIEGO, 🙂
Alberto / Zumito, que no sea por falta de ganas!
Carlos Olmo! jajaja, algunos ya la tenemos sin necesidad de lente alguna. 🙂
EM Borque, duró unos 25 minutos. Lo cierto es que se estaba relativamente cómodo, pero salvo las manos lo demás no supuso ningún problema. Algo de frío al final, nada más.
Sebas, apuntatelo, pero Caldea ya lo conocías, no?
Pierre Nodoyuna, algunos hemos nacido para sufrir…
Monttse, he tenido que mirar que era mushing! por ese nombre no lo conocía… y no lo he hecho nunca! Con respecto al traje seco, tuve un primer intento y el traje tenía algún problema así que me empezó a calar un pie. Me tuve que salir al instante, secarme, ponerme otro par de calcetines nuevos bien calentitos, me dejaron otro traje y de nuevo abajo, sin problemas. 🙂
Xbitrix, pregunta, pregunta!
Aniña! 🙂
Pues en Grau Roig están los perros y las motos, por si te interesa y vas otra vez 🙂
Yo le tengo demasiado respeto a las aguas congeladas como para atreverme a meterme, ni con traje seco ni nada… hace poco oí que han inventado algo así como unas camisetas con calefacción que sirven para hacer surf y submarinismo en sitios muy frios.
Qué buenas las gotas sobre el hielo y la gente flotando en todas direcciones… extraña sensación.
Eso sí, mejor lo veo desde fuera, calentito.
ahhh no puedo creerlo te sigues divirtienddo :P. Cuando sea grande quiero ser bloguero de viajes que como la pintas esta de lujo 🙂
Saludos.
Monttse, tomo nota! 🙂 Lo de las camisetas no lo había oido antes… tendré que fijarme. Seguro que vale para alta montaña también.
Japogo, lo que te faltaba, no? agua y fría! jajaja!!
Monchoman, 🙂
No lo habías oido? Bueno, pues si te haces rico y necesitas una ayudante, ya sabes quien te puede tener al tanto. Soy buena 🙂