Que mis nueve días de Anillo de Picos de Europa hubieran estado a punto de acabar conmigo no implicaba que tuviera que huir del Norte buscando el cobijo y el confort de mi madriguera madrileña. Estaba lo suficientemente cerca del Cantábrico como para regalarme un par de días de tranquilidad mirando el mar. No entraba en mi planes hacer nada de turismo, algo que la rodilla, maltrechilla, agradecía. Solo me quedaba encontrar algún lugar que cumpliera el sencillo requisito de poder escuchar las olas. No tengo muy claro como llegó a mí pero mientras pensaba en estos planes en Posada de Valdeón bebiendo una cerveza con el sudor aún reciente me encontré con Cué.

Situado a dos kilómetros de Llanes en Asturias, la pequeña localidad de Cué cuenta con apenas 265 habitantes, 1.84 kilómetros cuadrados y una playa preciosa protegida por unos islotes rocosos. Era tan maravilloso como sonaba. Llegué a media tarde, justo para poder bañarme en las aguas del norte, un golpe de agua fría que tendría que servirme de terapia para mis músculos deshechos. Agradecí el agua fría, al igual que agradecí el cachopo, la sidra, la zamburiñas y todo lo que devoré durante dos días en lo que mis únicas necesidades vitales se habían reducido a estirar la pierna, leer, comer y escuchar el viento y el oleaje. De los dos, la verdad sea dicho, uno se lo pasó lloviendo (bienvenido al Norte) añadiendo a mi plan de abandonarme a las letras y no hacer nada el estéreo del mar y la lluvia. No podía estar más feliz.

No tengo mucho más que añadir al respecto, más que estas poquitas fotos que hice de la zona. Pero no me parecía justo como evidente centro de recuperación y sanación el olvidarme de este rinconcito y dejarlo fuera del viaje.

Que menos que hacerle este pequeño homenaje, de este, su huésped agradecido.

(Llanes a lo lejos) 

(Llanes. Una pena que las montañas estuvieran nubladas. Habría sido bonito ver Picos de Europa desde aquí)

Más info:

Donde dormir en Cué: Yo me alojé en el hotel Migal, que es el que está más cerca de la playa. Sencillo, pero muy agradable. Si quieres comparar aquí tienes otras opciones.
Donde comer en Cué: Los dos sitios donde yo comí (muy recomendables los dos) fueron: Sidrería el Castañu | Bar La Espuela 

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