Si acabasteis mareados de los neones chillones y multicolores de la zona este de Shinjuku… es hora del volver al orden, a las lineas rectas e infinitas y a caminar con la cabeza mirando al cielo haciendo peligrar vuestra integridad no mirar donde se pisa. Acabais de llegar a la zona Oeste de Shinjuku.



Así que mirad hacia arriba y sentiros de nuevo como Gulliver en Brobdingnag, reino de gigantes, un mundo docenas de veces mayor que el nuestro. Pero no os dejeis engañar, por si lo dudabais, es todo tan lujoso como aparenta: Gallerias de arte que ocupan una planta 42, exhibiciones en la planta 26 y 27 de otro y asi un largo etcétera. Yo habría subido a todos y a cada uno de los edificios, pero como ya comenté, Shinjuku es a todos los efectos para un turista mortal sin posibilidad de infitos días de vacaciones totalmente inabordable. Lástima.



En medio de todos esos enormes rascacielos se encuentran las oficinas gubernamentales metropolitanas de Tokio. El edifico más alto de Tokyo (ojo, que no de Japón) como una versión matrixeada de una catedral Europea. (Atención a la segunda foto, que me encanta, no sólo por el edifico en sí, sino porque parece que hay dos soles… música de Star Wars sonando… ;-D )


No estoy acostumbrado a ver muchos rascacielos en mi vida y supongo que será la falta de costumbre, pero realmente acojona. Te deja sin aliento mirar para arriba y ver como se alzan, imponentes. Y a mi lo que más me impresiona es que han sido hechos por la mano del hombre. Esto es evolución. Y no te queda otra que rendirte a sus pies o bien haciendo uso del corazón de explorador subiendo a la cima del Everest que todos tenemos, coger el ascensor y llegar a los Observatorio en la planta 45.

Tienes vértigo? No? Pues disfruta de las vistas. Y siéntete más pequeño aún. Personalmente recomiendo subir al Observatorio Sur, pues tiene más espacio para disfrutar de las vistas y cumple más la función de observatorio y no de tienda de souvenirs como sucede en el Observatorio Norte. De todas maneras el Norte cierra a las 11 de la noche (contra las 5:30 del Sur), así siempre podreis ir allí a daros codazos por haceros una foto con un flashazo reflejado sobre el cristal… 😛



Prestad especial atención a este edificio, que próximamente hablaremos de él. La Mori Tower en Roppongi Hills. De momento alucinad con sus dimensiones, que ya habrá tiempo de hablar ella.

Y para los más cinéfilos y curiosos y porque seguro que os lo estabais preguntando a continuacion teneis el Keio Plaza Intercontinental, el hotel donde transcurre parte de la acción de Lost in Translation y desde donde los protagonistas y los espectadores disfrutan de esas vistas tan impresionantes de Tokio.


Y poder ver atardecer desde un sitio como este es algo impagable, además de gratis (si estás en Tokio claro), asi que el goce es doble. Realmente impresiona ver ponerse el sol y ver como los mismos pájaros como la ciudad empieza a prepararse para la noche y empiezan a aparecer las primeras luces que luego la cubriran entera.




Maravilloso paisaje urbano, tan frío e impresionante de día como encantador de noche. Shinjuku es una gozada.