Aviso: Post filosofal

Justamente un día como hoy pero hace seis meses, me plantaba en Londres. Con ese gusanillo en el estómago que se revolvía pensando lo que me iba a encontrar y como iba a ser capaz de desenvolverme.

Tras todo este tiempo, y de una manera extraña estoy otra vez en el mismo punto de partida: comprando los periódicos y buscando en Internet casas, cuevas o antros para los proximos indeterminados meses. Curiosa coincidencia, que si bien podría parecer el punto de partida, lo cierto es que vuelvo a la casilla de salida pero con muchas más tablas en mi haber. Lo cual no exime mi inutilidad a la hora de encontrar alojamiento. Ejem Ejem.

6 meses donde por primera vez en mi vida he sido totalmente independiente. Y he sobrevivido. 6 meses donde he empezado a hacer mía una ciudad complicada y donde tras la apatía que arrastraba en Torrejón he vuelto a sentirme vivo. A sentir que esta vida tiene mucho más que ofrecerme de lo que yo estaba aprovechando.

Cuando hace unos años me imaginaba tomando mi propio camino, desde luego que no me lo imaginaba así. Mi vida llevaba un rumbo determinado que había que seguir. Cuan distinto es ahora. Sin ningún ritmo, sin ninguna dirección. Ahorrando más bien poco. Si tengo que mirar al futuro mejor miro para otro lado. Ya llegará.

Porque ahora tras todo este tiempo, este desastre, este caos, es mío. Es mi vida. Y me gusta. Por que es completamente mío. Porque nadie me impone nada y porque esa sensación de libertad, que no se cuanto durará, me hace sentir feliz.

6 meses en los que os he taladrado con fotos y batallas. A todos los que leeis o participais en este pseudo-diario, muchas gracias. Tambien sois parte de esta historia. 🙂

Fin del rollo filosofal. Por ahora.