Pues si, como lo oyen, oigan. Este blog cumple hoy sus 7 añitos de vida y eso siempre es motivo de celebración. Una excusa como otra cualquiera para soplar las velitas y tomarse un trocito de tarta hecha con mucho cariño, foto a foto, link a link y palabra tras palabra con todos vosotros.

Y la verdad es se parece bien poco a ese blog que nació expatriado y que ya hace más de dos años que tiene base en Madrid. Digo lo de base porque entre idas y venidas paso poco por aquí. Lo de asentarse queda un poco lejos todavía. Inevitablemente el blog ha evolucionado en todo este tiempo y mi falta de tiempo lo ha cambiado de un diario a una página sin cronología alguna, donde van llegando cada uno a su ritmo los diferentes posts de diferentes lugares y aunque no era mi intención que fuera tan caótico, reconozco que si me gusta como va quedando el mosaico de experiencias, fotos y relatos cada uno a libre albedrío. La evolución al caos, lo mismo solo yo soy capaz de ver el orden en el desorden.

Pero eso tampoco tiene porque ser malo, creo yo. Es más difícil seguirme la pista por aquí (twitter se encarga ahora de eso) y esto crece sin orden, control, ni forma. Si el blog es un reflejo de mi vida, pocas veces ha sido más certero. Y mi intención seguirá siendo como hasta ahora la de disfrutar con este rincón tras la pantalla, compartiendo rincones, lugares y fotos, con mochila a veces, con maleta otras y con simplemente la cámara al hombro en otras tantas. El futuro sigue siendo borroso, pero si algo he aprendido en estos 7 años es que será inimaginable. Nunca habría acertado si al comienzo de todo en un Marzo de 2006 en Londres, dijera donde iba a estar hoy. Espero no acertar si miro hacia otros 7 años. Será que la vida sigue deparándome sorpresas.

Y para dejar ya este discurso y empezar a cortar la tarta y brindar con todos, que es lo todos estamos esperando, aquí os traigo un video, que siguiendo la linea del descontrol, debería haberlo creado hace mucho tiempo. Hace dos años más o menos. Un proyecto que comencé hace cuatro y que seguro que a los más veteranos les trae algún que otro recuerdo. A mí, desde luego, infinitos.

Así que con ustedes: 533. Y sí, ya podemos brindar. Chin Chin!! Cerrar los ojos, soplar las velitas y pedir un deseo. ¿A donde vamos ahora?

533 from Ignacio Izquierdo on Vimeo.

Al César lo que es del César: totalmente inspirado por The Longest Way

Gracias a Joan y Ana por recuperarlo del olvido.