Japón es un país diferente y por lo tanto la cultura y sus gentes tambien, aunque sería más correcto decir que gente y la cultura es diferente y por lo tanto el país también. Curiosamente todos nos quedamos con la imagen de los seres más extraños que circulan por sus calles y transmitimos eso al contarlo, pero al final no somos tan diferentes.

En todos estos posts que estoy haciendo de mi viaje al pais nipón, os estoy intentando enseñar lo que me gustó, lo que no, lo que no me dejó indiferente, lo que se quedará en mi memoria. Es como intentar que esteis allí. Claro que poco nos puede transmitir una foto que solo capta pequeños instantes, pequeños fragmentos. Como si viajaras con los ojos cerrados y de vez en cuando durante un breve instante volvieras a abrirlos para cerrarlos rapidamente. Habría sido diferente tu impresión si justo en ese momento hubieras mirado para otro lado?

Os enseño fotos de monumentos, de edificos, de vistas, de colores, de formas, pero que se ve cuando vas por la calle? me olvido de los más importante. De la gente. Porque es la gente la que crea las culturas y la que nos hace pensar lo increiblemente diferente que se puede ver la vida si la miras desde otro punto de vista. Que pasaría si las bases sobre las que se asienta tu manera de ver el mundo fueran diferentes desde el principio? Percibirías el mundo de una manera totalmente diferente. Ni mejor, ni peor. Simplemente distinta.

Este es un homenaje a toda esa gente de Tokyo que son como tú y como yo, que trabajan, que cuidan a los suyos, que quieren, que odian, que aman, que lloran, que rien, que son generosos, que son zafios, viven y mueren.

Esta es la gente de las calles de Tokyo.

Pero gente.