Acabáramos, debieron pensar los islandeses cuando en el siglo XIV empezaron a ver chorros de agua surgiendo de la tierra. Como si no tuviéramos suficiente con los volcanes, la lava, el frío y los temporales, para que ahora la tierra nos escupa, Olaf.

Los habitantes de la zona estaban presenciando nada más y nada menos que un Géiser. Una enorme columna de agua lanzada desde las entrañas de la tierra por los aires. Por aquel entonces el más grande de todos ellos fue el que recibió el nombre de Geysir (emanación si mis conocimientos del islandés no me fallan… jajaja) y alcanzaba los 60 metros de altura. La madre del cordero Sigursson. 20 pisos para arriba a cascoporro!.

Con el tiempo el nombre Geyser se utilizó para denominar a este fenómeno alrededor del mundo mientras el padre de todos ellos se convertía en símbolo nacional. Tanto, que se forzaba a erupcionar con piedras y detergentes hasta que dejo de hacerlo. Efectivamente, queridos pipiolos, la mano del hombre una vez más hizo que el géiser Geysir dejara de hacer honor a su nombre.

Aunque para los deseosos de presenciar este fenómeno, en toda esta zona denominada Haukadalur la actividad geotérmica es tal que sigue habiendo alguno más que todavía funciona. Entre ellos el más importante ahora mismo es el Strokkur, que llega a los 20 m de altura (una sombra del original) y que tiene la característica de ser el más regular del mundo erupcionando aproximadamente cada 10 minutos. 🙂

Podeis haceros una idea de la escala con la siguiente foto donde se pueden vislumbrar a unos incautos turistas atrapados y calados por la explosión de agua. jijijiji.

Bacalada científica, allá vamos: El géiser se produce cuando el agua que se encuentra en contacto con rocas calentadas por el magma encuentra una fisura en contacto con el aire que enfría la superficie exterior. La parte fría empuja hacia abajo impidiendo que libere el calor y creando un efecto de sobrecalentamiento que permite que el agua siga líquida aún a temperaturas superiores a las de ebullición. Aún así la agitación interior hace que algo del agua se desborde y entonces se libera toda la presión en forma de un chorro gigantesco de agua generando al mismo tiempo una gran nube de vapor. (Ignacio se coloca la gafas)



Como veis en las fotos hay muchos más que aunque no erupcionan si evaporan agua a consecuencias de las altas temperaturas del suelo de la zona y en algunos incluso hay algas que junto con los minerales rejurgitados por la tierra generan unas piscinas de azulados colorines. 🙂



También se creo aquí la leyenda de la niña huevo, que se aprovechaba del calor del vapor para reconfortarse de las bajas temperaturas adoptando la siguiente pose:



Por otra parte ya sabeis como funciona el ser humano, si te dicen que hay un millón de estrellas en el cielo te lo crees pero si te dicen que un banco está recien pintado tienes que tocarlo. De igual manera tuve que meter una de mis extremidades enchuzadas en uno de los riachuelillos por eso de probarlo y quemarme. Muy de agradecer (durante un segundo o menos) para recuperar la sensibilidad táctil. Jejeje.


Poco más que añadir. Es algo bastante curioso y solo se tiene constancia que haya unos 1000 en todo el mundo de los cuales casi la mitad están en el parque Yellowstone de Wyoming en EEUU. Ya sabeis, si vais intentad haceros la foto y no os acerquéis demasiado sin bañador!!