(Con el retraso que me caracteriza y que seguro sabrán disculparme, este breve post debería haber sido escrito el día 25 de Agosto de 2009)
El corazón de la cobra aún latía levemente cuando lo cogí entre mis dedos para meterlo en una pequeña copa llena de su misma sangre aún caliente. Lo miré sólo durante unos instantes, sin darme tiempo a pensarlo. Después, lo tragué de golpe.
Las manos hábiles del cocinero habían estado jugando con la serpiente, mareándola, antes de rebaznarla el cuello (¿tienen cuello las serpientes?) a algo menos de un par de metros de nosotros. Una shockeante presentación del plato que nos íbamos a comer. Durante un tiempo tuve dos corazones latiendo en mi interior. Que digo yo, que si siempre fui capaz de comer morcilla indiscriminadamente, esto no debería afectarme demasiado.
Era el final de un breve día en Hanoi, la capital vietnamita, un hormiguero descontrolado motorizado mayoritariamente sobre dos ruedas. Las calles están tomadas por las motocicletas que se entrecruzan entre ellas de una manera inimaginable para nuestras mentes occidentales. Innumerables filas interminables cuyos motores y pitar continuado conforman la banda sonora de una ciudad que hierve, que se respira viva.
No tiene mucho más. Hasta la fecha y en lo que a templos y monumentos se refieren tengo que confesar que Vietnam está resultando francamente decepcionante. Es mucho más divertido perderse por los callejones del Barrio Antiguo, por donde las aceras están invadidas por puestos de comida, mercados y motos aparcadas, así que la única manera de transitarlo es caminando por la carretera, mientras esquivas y te esquivan. Es la realización del caos. Allí se mezclan los sentidos, hasta que llega un punto de aturdimiento que fascina.
(Mirar por donde se conduce es uno de esos conceptos obsoletos y totalmente sobrevalorados)
Pudimos comprobar insitu la famosa teoría (o quizás debería decir ley dado que es demostrable) que indica que para cruzar una calle en Hanoi lo único que hay que hacer (y además lo único posible) es cruzarlo. Lanzarse a mitad de la corriente sin mirar, a paso firme y seguro y sorprenderte al ver cómo las motos te esquivan a tu paso. Claro que en el proceso se pasan sudores, temblores y demás sensaciones cuyo conjunto definimos como miedo. O cagarse de miedo. Y cuando llegas sano y salvo (aunque quizás con unas cuantas canas más y algunos años de vida menos) no te lo acabas de creer. Mi voto para considerarlo deporte de riesgo.
Fue además el punto de encuentro del resto del equipo. Apenas unos días juntos que comenzaron en el restaurante KOTO en el centro de la capital Vietnamita. KOTO es el acrónimo de Know One Teach One (Conoce y enseña) y es un proyecto que es fascinante por lo que propone y a la vez está siendo todo un éxito. Jimmy Phan, su fundador dejó su trabajo en el sector turístico para fundar este restaurante en forma de ONG, que se dedica a formar a niños y niñas vietnamitas que viven en la calle para que puedan trabajar en un restaurante, tanto de camareros, como cocineros, como en gestión de establecimientos de este tipo. Ahora mismo hoteles de cinco estrellas como el Sheraton les contratan para trabajar. Es otra de esas historias de un héroe anónimo. ¿Y la comida? Riquísima. Por si hubiera alguna duda.
Decía pues, que con la incorporación de Vane y Japogo, ya estabamos todos y siempre es un placer comprobar que la vida se vive mucho mejor en directo que a través de mails y llamadas de teléfonos. Sigo teniendo el honor de tener amigos que se lían la manta a la cabeza y sacrifican su organización para pasar unos días en mí desorden. Y convendrán conmigo en que qué menos que una cobra para celebrarlo. ¿Quién se podría negar? Lo que viene siendo un reencuentro habitual. 😉
¡¡A su salud!!
Que bien se te ve in good company 🙂
Yo no sería capaz ni de hacerle la foto a la cobra y menos de comerme su corazón!
Te fuistes hecho un gran fotógrafo, y vas a venir siendo todo un maestro.
En tu galería estoy viendo auténticas vierguerías.
Sigue así!
Los occidentales hemos desarrollado muchas necesidades que en algunos pueblos de oriente nunca se han tomado en serio, siendo nosotros pobres ignorantes de ojos redondos…
Imagino que eso pensaría un motero vietnamita al ver a Ignacio gritándole «¡¡¡Hijoput*!!!»
Fascinantes imagenes Ignacion, no sólo las de este post sino tambien las de los anteriores.
Que bella la gente, pero mejor aun debe ser encontrarla
Saludos
Completamente de acuerdo en cuanto a los templos y monumentos, pero el estilo de vida de Vietnam es de esos que cautiva.
Lo de las motos es fascinante, también estoy de acuerdo en lo del deporte de riesgo… aunque ellos siempre te esquivan.
Disfruta de la gastronomía, sino es la mejor del mundo le faltará poco 😉
Un saludo y buen viaje!
Vietnam siempre ha sido escaparate para lo verde más que para los templos, pero bueno ya te saciarás ahora, que llegas a la etapa que más ganas tengo de ver y de leer (Camboya). Espero que puedas llegar a la ciudad perdida de Angkor. Es brutal.
Uff, no sé si yo me atrevería a comer cobra, que valiente. Y por cierto, no comentas nada de su sabor, mmmm, repetirías o ya queda la experiencia como anécdota? jeje.
Es increible ver cómo se entremezclan las motos en una y otra dirección, y uno cuando «cruza» o mas bien se lanza a cruzar que llega intacto al otro extremo, sólo es armarse de valor. Toda una experiencia 🙂
Bueno, si lo que quieres es templos en Hue te puedes hartar, tienes a parte de la ciudadela todas las tumbas de los reyes, que por cierto te recomiendo que lo hagas en moto, y la pagoda de Thien Mu que al atardecer es una delicia. Vas a ver que este lugar es un remanso de paz comparado con Hanoi.
Y que decir de Hoi An, sin duda la ciudad más bonita de Vietnam, repleta de callejuelas con encanto y además peatonales (aunque siempre se cuela alguna moto). Si visitas esta ciudad, permíteme que te recomiende visitar la playa una tarde (por supuesto en moto), se produce una concentración de gente que debería pasar por delante de tu cámara.
Un abrazo
cuando vuelves tus tienes ojos de todos los lados de la cabeza tan por el cobra tradicional que por los dos ruedas del progreso!
es el riesgo de un viaje en la civilizacion!
Muy buenos amigos, ciertamente 😀
Por cierto, lo de comer cobra… qué raro y qué subidón a la vez, ¿no?
Y para los que no estan en Twitter, acabo de ver este video que Kirai (www.kirai.net) le dedica a Ignacio por su cumpleaños. ^_^
http://www.youtube.com/watch?v=cI6K3vsd7Rg
Que te has comido ¿qué?…jajaja, sí señor, eso es explorar…bsts para tí y para el Modes y Angélica, Disfrutadlo
Jajjaja monttse menudo video XD… ¡que desfase!
Por diox… Pero que es esto del Popó??!!…
Nada comparado con la cobra, me imagino… de esta etapa me quedo sin duda con los ojos de la gente… que miradas!!!!
Marchando una de abrazos que me quedaban a Vane y Pounch!
Lo de la cobra resulta cuando menos retador… Hale, ya puedes ir pensando en otras delicatessen, que un día cualquiera te puedes cruzar con algún otro tarado.
Lo de la cobra es entre repugnante y tentador. Supongo que acabaría cerrando los ojos y pa’ dentro. Que bueno el volver a ver a tus amigüitos por aquí colgados.
hay quien por comidas menos asquerosas hace un programa de supervivencia en la tele. Puedes montar un restaurante exótico a la vuelta (oye, el caso es buscar financiación ¿no?).
Por cierto ¿se esperan más visitas? 🙂
Lo del Popó marcará la vida de Kirai y compañía, me temo… 😆
Hay que reconocer, que valor tienes. La comparación con la morcilla es buena y supongo que tienes razón, pero sólo pensar que estaba caliente y de una cobra… uff, no sé si me hubiera atrevido. Supongo que las circunstancias cuentan. Por cierto, ¿lograste saborearla? ¿A que sabía?
Me da la sensación que es una ciudad caótica por lo que se puede observar en las fotografías, donde además brilla el desorden…
Por cierto, pedazo de vídeo que te han hecho los amiguetes por tu cumpleaños, eso son amigos y lo demás son tonterías. ¡Fuera la vergüenza!
Monttse, la compañía inmejorable. 🙂 La cobra, pues ya que estás… que menos que una foto. No? 🙂
Vicente Alfonso, muchas gracias! Aunque precisamente este post no es de los que me han dejado más satisfecho a nivel fotográfico. Pero a seguir mejorando! 😀
Lograi, a pesar del tono humorístico no te falta razón. Son maneras diferentes de entender el mundo. Todo está mucho más descontrolado aquí y a la vez todo es mucho más relajado. 🙂
Juan Carlos, si si. La gente lo mejor de todo!
Pau, los monumentos bastante reguleros, la gente y el modo de vida bastante mejor (salvo cuando hay dinero por medio) y la comida… casi desbanca a Japón… (pero sólo casi!) Jejeje
Morfet, Angkor puede ser la perdición a nivel de templos… jejejeje… ya queda menos. 🙂
Javier I. Sampedro, es verdad, no había comentado nada del sabor de la cobra. MUY RICA! Nos encantó a todos, incluso a las más reticentes en principio. Y nos dió para los cinco, que salimos de allí hinchaditos hinchaditos. 🙂
Marcos, gracias por la recomendación. Ayer estuvismo disfrutando del día playero y motero. Estuvo genial. Hue en cambio no nos gustó nada de nada. Y Hoi An es preciosa, aunque tiene un toque un poco irreal. No te recordaba a Port Aventura? 🙂
Marie Midi, si vives un poco en Vietnam te salen ojos por todas partes seguro!!! Es la única manera de sobrevivir en ese caos de tráfico! 😀
Julecin2000, lo del corazón fue un auténtico subidón! Además no tuve ni que pelearme por él, era el único que lo quería!! jajajaja!!!
Monttse, no sólo Kirai, sino gran parte de esa familia de amigos que deje en Japón. 🙂
Yoda, a tope con la cobra! 😀
Cilinderman, es una larga historia… 🙂
Queseyo, insisto, es una larga historia! 😉
Pierre Nodoyuna, tengo muchas cosas en mente. Por si acaso aparece algún otro tarado… Que se prepare!
Oria, lo del corazón es lo que es un poquito más fuerte. Lo demás estaba riquísimo. La sangre, pues bueno, normal y corriente, calentica y con sabor a… sangre. Y los amigüitos, ya tenían mono de aparecer por aquí. ;-D
Nico Cinero, la financiación la necesito ANTES de volver!! 😀 (alguna visita más creo que sí)
Lograi, me temo que ya estaba marcado de antes… 🙂
Conchi, el sabor de la sangre o el de la cobra? La sangre sabía a sangre, la cobra estaba muy rica. 🙂 Y si, mis amigos son excepcionales. 😀
Gracias a todos por vuestros comentarios por aquí!!!
Gracias a ti, y perdona, pero creo que no te felicité el cumpleaños… 😛
¿Cuántos caen?
ojos atras : es un régalo de bruja para tu cumpleaño!!!
no… para este nuevo año el régalo sera «mas nubes, mas préciosos y extraños y sin demasiadas turbulencia»
ojos atras : es un regalo de bruja para tu cumpleaño!!!
no… para este nuevo año tu regalo sera «mas nubes, mas preciosos, magicos y extraños, sin demasiado de turbulencias»
Leí la dedicatoria de Kirai en el twitter, supongo que la felicitación es de todos y no solo de el, claro.
Te dejo aquí un blog por si quieres leer mas sobre Vietnam y te da ideas.
http://saigone.blogspot.com/
Joder Ignacio, que la morcilla lleva muerta varias semanas cuando llega a tus manos, y encima va y la fries antes de comertela… No me compares con lo de beber la sangre de la cobra y tragarse el corazon palpitante!!!!!!!!!!!
Mi curiosidad cultural tiene ciertos limites bien claros, y la anecdota que nos cuentas los sobrepasa claramente… Pero siempre es bueno conocer estas historias a traves de otros mas arriesgados (o inconscientes 😉
Sigue disfrutando del mundo, corazon!!! (o corazones 😉
Lograi, muchas gracias! pues 31… y en plena forma (más o menos) 😀
Marie Midi, eso esperamos. Buenas nubes y cielos azules. 😀 Muchas gracias!!
Monttse, muchas gracias por el blog. Tiene unos cuantos consejos interesantes!!
CARMEN, jejejeje… es cuestión de como lo mires. Y la gastronomía española tiene una enorme ristra de productos aparentemente desagradables que nos comemos sin más. ¿Te apetecen unas ostritas? 🙂 Besitos coraaaazón!!!!
Nada de gracias! quiero una foto ampliada y con descuento! 🙂
Me alegro que te sea util, pensé que ya no llegaba a tiempo.
Culeeeeebraaaa a la parrilaa!! Qué buenos los torreznos de cobra y los rollitos!!
PD: Debo decir que ninguno de los comensales hizo el pollo «Pooooc Poc Poooc». Mucha valentía! O fueron los chupitos de cobra, abejas, etc.? Claro que se llevó la palma el fotógrafo que se tragó el corazón… buaj. Pom-pom.
Cuando decias lo de la cobra… Pense que te referias al brebaje que le sirvieron a Ramon en cierto restaurante de tu etapa londinense pero…. ya veo que no, que te has ido a la de carne y hueso, jajajajajaja
Por cierto, que huevos, si señor… Eres un campeon!!!! ^__^
Japogo, y yo que pensaba que iba a tener que pelear por el corazón… me encantó que nadie más lo quisiera!!! jajajaja!!!
Rachel, Cobraaaaaa!!! Pobre Ramón, no lo soportó. 🙂
¡¡Tu lo comiste y a mí se me revolvió el estómago!! pobre cobra, me dan un miedo espantoso pero no dejan de causarme lástima su muerte así, en fin yo que puedo decir si soy una come-vacas.
¡Auch! sigo pensando en que te comiste el corazón, huac#$»#!
Oye, pues no estaba nada malo, eh? y el corazón mola!!! jajaja!!