(Lo siento, no he podido evitarlo, Milennium me tiene atrapado, si no fuera por las páginas de Stieg Larsson y otras minucias como la falta de electricidad en mi vida, este post habría llegado a sus pantallas un 25 de Marzo de 2010)
«Un mago nunca llega tarde, Frodo Bolsón, ni pronto. Llega exactamente cuando se lo propone.»
El ferry zarpaba de Wellington para cruzar el Estrecho de Cook en mitad de un vendaval. Eran las 6 de la mañana y en la capital neozelandesa aún sin despertar sólo los madrugadores viajeros del ferry estábamos en pie. Tampoco es que yo hubiera dormido demasiado, después de haber cruzado Tongariro, un viaje de 5 horas por carretera hasta Wellington, más buscar alojamiento donde poder hacer la colada (creedme, ya no se podía estirar más), esperar a que terminara y lanzarme a la cama del dormitorio compartido (con algún que otro ronkingkong) llevaba en el cuerpo la friolera de unas 3 horas de sueño.
No es que no hubiera otros ferries que cruzaran el estrecho a horas menos intempestivas, pero resultaban más caros, así que mis legañas y yo nos dimos al madrugón post travesía. El interior del ferry, eso sí, era un cuadro de gente rota durmiendo por doquier. Tumbados en los asientos, sofas, butacas, suelo. Después de todo, aún quedaban tres horas de viaje.
Bien estuve tentando por los brazos de Morfeo, pero tenía que aguantar. Entrar en la Isla Sur atravesando los Sound de Marlborough prometía ser precioso con la luz de la mañana. No me lo podía perder. Me encafeiné hasta el tuétano y subí a la cubierta a ver amanecer.
El amanecer dejó mucho que desear, con el sol oculto entre filas y filas de nubes. Desde la cubierta el frío de la mañana hacía estragos y para colmo al entrar en los Sounds, comenzó a llover. Desde cualquier perspectiva había sido un jugadón por mi parte. Pero fuera como fuera ya estaba en la que decían que era la mejor de las dos islas de Nueva Zelanda, más virgen, más salvaje y más alucinante. Esperaba fervientemente corroborar esas opiniones.
Nueva Zelanda, cierto es, no es que tenga una población muy escandalosa. Algo más de cuatro millones de habitantes (contra algo más de 40 millones de ovejas) de los cuales uno y pico vive en Auckland, así que nos quedan alrededor de 3 millones para repartir en un país del tamaño de Reino Unido. Vamos, lo que viene siendo casi despoblado (salvo por ovejas). Así las ciudades con las que te cruzas tienen 100, 500, 1000 habitantes. Y eso cuando te cruzas con alguna ciudad.
Descubrí rápidamente y más tarde de lo que debiera, que esa despoblación hacía que las poblaciones estuvieran además muy distanciadas las unas de las otras y eso se traducía en gasolineras también más separadas las unas de las otras. Yo en eso no había pensado absorto atravesando montañas y valles. Pero antes de que os imaginéis lo peor y empiecen las mofas (que habrían sido, una vez más, merecidas), no se como pero llegué a una gasolinera 100 kilómetros después, 20 más allá de que el indicador del depósito hubiera tocado fondo y la agujera dijera que ya no podía bajar más. Ozu. Que susto. Ni parar a hacer fotos y con la furgo bajando casi en punto muerto por las cuestas para no consumir.
Porque lo segundo que te das cuenta es que habíamos cambiado las omnipresentes colinas de la isla Norte con alguna que otra montaña, a omnipresentes montañas en la isla Sur con alguna que otra colina. Tanto peñasco es fruto de estar en medio de dos placas tectónicas (la Indo-Australiana y la Pacífica), que siguen en proceso de irse juntando, juntando y por lo tanto, las montañas seguirán creciendo y creciendo (supongo que hasta que algún volcán las haga saltar a todas por los aires de nuevo).
Y es que Nueva Zelanda, es por lo tanto, relativamente reciente. Tanto que la forma actual apenas tiene 10.000 años aunque lleve danzando 130 millones de años. Y por allí cruzando montañas de Este a Oeste llegaba a Westport. La idea era hacerme con la costa Oeste lo más rápidamente posible, para llegar abajo de todo y empezar la subida por la costa Este. Dado que en la Isla Norte ya empezaba a hacer frío, no quería ni imaginarme lo que podría encontrarme en el Sur de la Isla Sur.
De momento lo que me estaba encontrando eran las cuatro estaciones en periodos de una hora cada una. Sol a cascoporro, ahora vientos huracanados que zarandeaban al Canario Milenario de lado a lado, ahora lluvias de esas que apenas dejan ver a una veintena de metros, ahora un poco más de sol, ahora niebla, ahora lluvia… ¡argh! Así, ¿cómo iba a hacer yo planes?
Pues no haciéndolos. A improvisar cada día. Llegue a Karamea, el punto más al Norte al que se puede llegar por la costa Oeste para comenzar a bajar. Allí aun quedan partes de bosque virgen neozelandes, llenos de Cyathea dealbata o Kaponga, la planta autóctona que identifica al propio país.
(Una Kaponga o Ponga)
¿He dicho uno de los sitios donde puede verse bosque virgen? Si, y he dicho bien. Parece extraño, pero la mayor parte de Nueva Zelanda está repoblado. La culpa se podría extrapolar a los pollos gigantes.
(Moria Arch Gate, lo juro, ¡¡¡se llama así!!!)
Me explico. Cuando llegaron los primeros habitantes, Polinesios ellos, se encontraron con la naturaleza endémica de la isla. Después de tantos años a la deriva, era normal que hubiera desarrollado su propio ecosistema. Apenas un par de especies de murciélagos como únicos mamíferos, y muchas muchísimas aves. Entre ellas los Moa, unas aves no voladoras de 3,5 metros de altura.
�¡Madre mía!� exclamaron �¡¡nos vamos a poner como la Moñoños!!� y se dedicaron a la caza indiscriminada de esta y otras tantas especies. Comida fácil. ¿Cual es la manera más rápida de cazar a un bicho que se esconde en el frondoso bosque?. Quemarlo. Y así lo hicieron. Se cepillaron un 40 por ciento de los bosques de Nueva Zelanda y de paso extinguieron al Moa, a las águilas de Haas y otras tantas especies.
Después llegaría el hombre blanco y se cargaría otro 40 por ciento, así que lo único que queda hoy en día de esos bosques milenarios es un 20 por ciento. El resto ha sido repoblado y se puede asegurar que se ha hecho un buen trabajo, porque ambas islas están bien arboladas.
Toda la zona de la Costa Oeste era absolutamente increíble bordeada con el embravecido y furioso Mar de Tasmania, que se ha dedicado paciente y brutalmente a ir dando forma a rocas y acantilados a su paso dejando la costa Oeste como algo absolutamente salvaje.
Tanto que las carreteras se las ven y se las desean para encontrar un trozo recto. Serpenteos subiendo montañas, bajando montañas, atravesando bosques, bordeando acantilados por donde rompen las olas. Espectacular. Y lento. Tremendamente lento.
Ya por aquel entonces me di cuenta de que mis planes de bajar rápido hacia el sur iban a ser más bien un �bajar tan rápido como se pueda�, lo cual en esas circunstancias no era decir mucho, y además tenía el agravante de las obligatorias paradas para hacer fotos. Total, que llegaremos hasta donde se pueda Sam, luego nos damos a las lembas y mañana, pues más de lo mismo, a tirar hasta que el cuerpo aguante.
Así entre caprichos de la Naturaleza otra de las curiosidades que me encontré en el camino fueron las Tartitas de Punakaiki. Tartitas, porque son capas y capas de roca caliza que horadadas por el agua, han creado estructuras únicas, por donde el mar entra a su antojo, rompiéndose en infinitas gotas de agua. Impresionante.
Lo cierto es que no estaba nada mal para empezar. Mis primeros días en la Isla Sur no dejaban lugar a dudas de que iba a ser un lugar impresionante. ¿Y ahora? Próxima parada… el hielo.
Tio…. Muchas gracias. No puedo decir otra cosa. Gracias a ti, estoy viendo mundo. ¡Y que mundo! Tienes un arte para las fotos…
Ohhh, Nueva Zelanda. Tierra soñada, deseada, admirada, llorada, ansiada… No sabes cómo envidio tu viaje en estos momentos. EL resto también, que quede claro, pero NZ tiene ese algo especial: único e irrepetibles.
Ainssssssssss disfrutalo tanto como puedas, no tengas prisa por irte 😉
Ignacio, como de costumbre escoges para visitar lugares que no pueden más que maravillarnos e inspirarnos…
Mucha gracias hermano, seguimos atentos a tus andanzas y planeando las propias, que a pesar de humildes, tienen la misma finalidad… maravillarnos con todo lo bueno en el mundo… y que vale ser retratado jejeje…
Mucha suerte y darle duro al Canario milenario…
PD. Aquí también tocó empezar a leer la trilogia de Millenium…
Vaya serie de fotos, me tienen alucinado. Con paisajes así es normal que no se pueda evitar parar a sacar fotos…
Un abrazo!!!
Si con «dos días de peña» os da para un libro… qué vas a hacer con esto? sacar un coleccionable? Cualquiera elige, señor mío, cualquiera elige…
Menudo pequeño paraíso :).
Briconsejo: móntate un condensador de fluzo en el canario y verás como lo de la gasolina se transforma en problema menor :D.
Genial! Ahora ya sé dónde ir de vacaciones 😀
No veas como te envidio el hecho de que aun no hayas leido la trilogia entera (hablo de Millenium).. 🙂
Despues de eso, todo sabe a poco.
¡Hola!
Me pido un sitio en ese sillón que mira al mar. ¿Me lo guardas?
Y un paseo entre Kapongas tampoco me vendría mal…
¡Un besito!
Joder que sillón mas shulo nene. Supongo que te habrás hecho con unos bidones para cargar combustible…
precioso lugar que es Nueva Zelanda, me admira pues se ve desierto (hablando de personas). Es decir que has estado viajando solo sin ver mucha gente durante algunos días ehh? que se siente? te has acostumbrado?
Bua! La última foto bien podría pasar por la portada de un disco, por ejemplo, grandes grandes!
PD. No caigas luego en la tentación de ver las películas sobre la trilogía (abominables). Disfruta de los tres libros que buenos son.
Día a día seguimos soñando gracias a ti…
…algún día de estos mando a tomar por saco el curro y desempolvo el saco y la mochila…
GRACIAS
Bueno, son dos islas pero están mucho más habitadas que Islandia. Geniales las fotos, muchas gracias por tu constancia y abrirnos una ventana allí abajo.
ains qué bonito mae mía
La verdad es que esta parte de tu viaje me trae muy buenos recuerdos del viaje que hice yo alli hace casi tres años.
Y me recuerda al problema que tuve yo tambien con la gasolina… Si, en la costa oesta no es que hayan muchas gasolineras (ni pueblos, ni gente ni nada) asi que en una de ellas, mirando el mapa me dije, va, en unos de estos multiples pueblos que hay por el camino pondre gasolina… pueblos? seran cuatro casas mal puestas. ASi que despues de salir de mi visita al Glaciar Fox, casi no llego a la siguiente ciudad a poner gasolina. Yo tambien tuve que ir en punto muerto muuchos tramos. Al final acabe en una gasolinera, a eso de las 6 de la tarde que resulto ser ¡la gasolinera mas cara de nueva zelanda!!! Y encima como estaba cerrada, si queria que me la abrieran para poner gasolina tenia entonces que llenar el tanque (costaba la gasolina el doble de lo normal). Asi que nos toco hacer noche en la fragoneta (una muy muy parecida a la que tienes tu) y al dia siguiente ponerle unos dolares y tirar hasta la siguiente ciudad a 40km.
Moraleja, si van a nueva zelanda y van por la costa oeste de la isla sur, pongan gasolina siempre que puedan.
Por cierto la isla Norte es impresionante, pero la Sur es mas autentica y virgen.
simplemente ESPECTACULAR!!!!!!
buff, este post supera el límite de fotos alucinantes por cm2 Igna!
Me encanta la del sillón 😀
Y hay ahí unas rocas que me recuerdan a las de Halong Bay…
Lo que daría yo ahora mismo por estar en ese sillón…
Y el arco iris se lo has pintado tú a mano ¿verdad?, es perfecto 🙂
Muy buenas! Menudo sitio, bufff. Aquí en Asturias también tenemos «tartitas» de esas pero los llamamos Bufones…
Mirad:
http://www.youtube.com/watch?v=aS69D7IJZCE&feature=related
Y aquí más de lejos:
http://www.youtube.com/watch?v=Dh0ZVZkUqkI
Buah!!! que maravilla de sitio, y sin gente ;). Que magnificas fotografías. Bueno, te deseo que sigas sufriendo «el agravante de las obligatorias paradas para hacer fotos» y de una forma inmisericorde
Saudos
impresionantes paisajes… esa es la Nueva Zelanda que esperaba ver! 🙂 gracias!!
(más, más, másss….)
Preciosoo!!
Malditos maoríes, pena de muslito de moa… Unos ansiosos. To pa ellos, to pa ellos…
Esos bosques vírgenes me parecen muy avataaaars, las fotos geniales.
Pues no se me han borrado todas las respuestas!!??? Ains… vuelta a la carga. ¬¬U
Andres, gracias!!!
LaCasaSin, no tengo ninguna prisa… pero me caducan los billetes!! 🙁
Julian Arturo, disfruta de la trilogía! Yo la acabé hace un par de días! 🙂
Memoriadepez, como lo sabes… 😉
Nico, jajaja… muchas gracias! Ya nos preocuparemos de ello si se da la ocasión. 🙂
Cilinderman, pero eso implicaría que me podría ver a mi mismo en algún momento, no? tendré que andar con cuidado!!
Jiuck 🙂
Kaosbrutal, jejeje.. hay ciertas cosas que no me han gustado nada pero bueno, en general están muy bien y son bastante adictivos. 🙂
Susana, reservado!!!
Carlos Castillo, lo que hago ahora es fijarme mejor en donde están la última gasolinera y llevar el depósito siempre por encima de la mitad. 🙂
Monchoman, es raro, luego llegas a las ciudades (grandes) y ves gente por todos lados es como si cambiaras de país. 🙂
Morfet, leí que van a hacer remake hollywoodiense a manos de David Fincher. Creo que es sólo un rumor, pero de confirmarse sonaría muy muy bien!!!
Pablo. ^__^
Oria, my pleasure.
Vir, jajaja!!!
Jhuesos, me alegra ver que no he sido el único!! XDD
Ontravelling, 🙂
Vane, jajajaa!! Me parto con tu definición. 🙂
Yoda, si, me salen bien, eh?
Uvepece, que bueno!!!
Oscuroabismo, no tienes nada de piedad conmigo, eh? 🙂
Monttse, coming!!!
Pierre, el muslito de moa pasaría como un pintxo?
Japogo, avatar total… 😀
🙂