No nos podíamos quejar. Mientras el cocino encendía las ascuas que habrían de preparar las verduras y sendos filetes de cerdo, ternera y pollo al carbón, el río sonaba y bajo las sombras de la selva, esperábamos pacientemente, sin prisas, bebiendo Postobón cola, como si no hubiera un mañana.
Un �breve� paseito en coche, unos 45 minutos para recorrer los 25 kilómetros que nos separaban de Santa Marta en carreteras de esas que ignoran lo que es una recta, nos habían llevado al pequeño pueblo de Minca, escondido en las montañas selváticas, en las faldas de Sierra Nevada, asilada de lo que debería ser el origen Norte de los Andes. La cordillera litoral más alta del mundo, que se eleva desde el mar hasta 5775 metros. Más impresionante que ver el Everest, donde lo máximo que se puede apreciar son desniveles de entre 3000 y 4000 metros. O eso dicen, porque las ya famosas nubes de las alturas tenían los picos engullidos.
Apenas habíamos subido 300 metros sobre el nivel del mar, pero bastaba para tener una temperatura perfecta, mucho más tamizada que los calurosos grados a pie de playa en Santa Marta. En la zona, los pudientes, en lugar de hacerse una casa a orillas de la playa, la hacían en la montaña. Podía entenderlo. Se estaba en la gloria.
Patacón, platano verde machacado y frito. Cuando más finito más rico (apreciación arguiñanil muy personal)
Y no sólo por la temperatura, si no por que la vistas sobre el valle que llevaban hasta el mar, entre pliegues de selvas, eran fantásticas. Tanto que ya se había visto el negocio y se podía acceder a lujosas cabañas alzadas en mitad de las colinas, entre la frondosa vegetación para tener una romántica localización de ensueño. No era nuestro caso. Lo del romanticismo. Por dejarlo claro.
(¿Duermo, o me asomo al balcón a ver a los colibríes volando?)
Pero nuestra verdadera primera parada en Colombia, no había sido otra que una de las primera ciudades en la que se asentaron los colonizadores al llegar a esta región, que tomó el nombre del propio Colón, aunque él nunca llegó a poner pie allí. A día de hoy es la más antigua que ha sobrevivido y además ha evolucionado hasta convertirse en un centro turístico, con el Caribe y la Sierra Nevada, tiene unos cuantas manos ganadoras. Cierto es que el centro histórico ha dejado de ser el centro neurológico, pueste este que recae en los complejos hoteleros, resorts y derivados de muchos pisos, que avanzan a paso firme por las orilla del Mar.
(El Rodadero, la zona nueva, más moderna y turística de Santa Marta)
Remontándonos a la historia, seguro que los capítulos son viejos conocidos. Conquistadores llegan. Conquistadores entran cada uno por un lado, unos por el hoy Ecuador, otros por el hoy Venezuela, y otros desde el Norte de Colombia. Se adentran en la Selva hasta llegar a Bogotá. Allí, entre que si he llegado yo primero, que si no, que si me hiciste trampa, que si yo vengo de partirme el lomo con los incas y similares, tuvo que llegar la Corona Española y juntarlo todo primero bajo las órdenes del virreinato de Perú y después en 1564 como una nueva autoridad. El Nuevo Reino de Granada, abarcando lo que hoy es Colombia, Panamá, Ecuador y Venezuela.
Comenzaba de desarrollo colonial, empezaban a expandirse las ciudades, llegaban centenares de esclavos africanos, reduciendo hasta el exterminio a la población indígena y las riquezas de la zona pasaban a engordar las arcas del Antiguo Continente. De esta época y de las riquezas, empezaron a llegar los rumores de oro, cantidades ingentes de oro despreciado por los autóctonos, tanto, que había un lugar donde las calles estaban pavimentadas con él, que digo un lugar, una ciudad, un reino, un imperio. Nacía el mito de El Dorado. Leyenda que a día de hoy se ha quedado en eso, imaginación desbordada víctima de las ganas, aunque claro, casi la mitad de la Colombia actual es aún selva… así que ¿quién sabe? ¿Alguien se apunta a engrosar las listas de aventureros muertos en su búsqueda? ¿Algún Indiana Jones en la sala? ¿Algún Markus Brody?
Dejando a un lado la leyenda, lo cierto es que las tierras del Nuevo Continente eran la gallina de los huevos de oro para el Viejo y según pasaban las generaciones, aumentaban los criollos y con ellos la sensación de que lo que es nuestro es nuestro y no de la Vieja España. Las subidas de impuestos constantes no ayudaban mucho, y con la invasión francesa, llegó la oportunidad. ¡¡Nos divorciamos!! Comenzaba la lucha por la independencia, que acabaría representada en un nombre propio: Simón Bolivar.
Batallas ganadas. Reconquista española. Vuelta al ataque. Más batallas ganas y batalla definitiva. El 7 de Agosto de 1819, tras la batalla de Boyaca, se declaraba la República independiente de Colombia o Gran Colombia, que efectivamente contenía a las ya nombradas Venezuela, Panamá, Ecuador y la propia Colombia. Albricias. Alegrías. Somos grandes. Tal vez, demasiado grandes, demasiado inestable. Y ahora que somos libres. ¿Quién gobierna?
Bolivar tomó el mando, pero no fue suficiente. Conflictos, disputas políticas y tan solo 11 años después, Gran Colombia se dividía en tres. Venezuela, Ecuador y Nueva Granada (Colombia junto con Panamá). Bolivar, sobrepasado, dimitió, perdió gran parte de sus ahorros en el juego y murió en Santa Marta víctima de la tuberculosis. La historia no disfruta de memoria justa y es inapelable con sus héroes.
La historia sigue, claro, aunque eso quedará para episodios posteriores, por eso de mantener la tensión argumental. De momento si pasan por Santa Marta, acuérdense de perderse por la coloridas calles coloniales de su casco histórico, disfruten de la playa y si me permiten un consejo, párense en todos los puestos de frutas y jugos y vayan probando todas las variedades de la zona. Tienen un buen rato para elegir y además de deliciosos, ayudan a combatir el calor. Ah. Y si aparece ante sus ojos la limonada de coco, es un si. Siempre.
Parte del Minubetrip por Colombia en compañía de J.C. Castreasana y Txema León
Que envidia paso viendo tu blog! =)
Pasate por el mio, por ahora no soy aun buena fotografa, pero me ugstaria llegar a hacer buenas fotos.
milittletreasure.blogspot.com
Has dicho Indy? Markus?
Aquí estooyyyyyyyyy ehmmmmmm
Pero alguien aquí habla mi idioma????
jajajajajajajajajajaja
Un abrazote!!!!! 😀
Gran post, que alegría ver que vuelves a las andadas.
Me encanta cuando escribes posts hilando la historia de un lugar con tus fotografías, que son espectaculares como siempre.
Saludos
Ignacio, debo reconocer que hacía rato no pasaba por el blog y que me he emocionado mucho leyendo está entrada sobre mi país… si ya partiste, decirte que vuelvas para tener el placer de agradecerte en persona por los buenos momentos que me has hecho pasar a través de tu lente y escritos… un gran abrazo desde la capital de Santander.
Me quedo con la de la niña y el chupa-chup. Y la primera, por supuesto.
Ignacio tienes un error en to articulo. Se llama la batalla de Boyaca, no Bocaya. Se llama asi por el departamento donde se libro, BOYACA.
Muy buenas las fotos y la forma de contar la historia de mi Patria hermosa.
Fantásticas descripciones y fotografías, ¡felicidades! No conocíamos tu blog, ¡pero nos iremos pasando!
http://www.paraemocionarse.wordpress.com
(Premios 20Blogs)
Me encantan estas detallistas, colorista y visuales fotografías, complementadas con tu útil información.
Saludos cordiales.
Ramón
limonada de coco? mmmmm yo quiero!!!
Supongo que siempre vienen bien los comentarios positivos (al menos para mi si) por eso desde Barcelona te envio un saludo y ánimos porque continúes con tu fantástico trabajo!!Creo que poca gente sabe encontrar lo bonito,distinto,original de cada lugar….y tu vayas donde vayas(he visto casi todos tus álbumes..xd)lo encuentras!!Tienes un talento y lo aprovechas, enhorabuena =)
Increíble la foto del árbol de la Quinta. Veo que al final has ido a Colombia. Soy el chico español que te ofreció casa en Colombia cuando estabas dando la vuelta al mundo :). Ya no sigo por allí, aunque guardo un muy buen recuerdo. Ya sabes, «el riesgo es que te quieras quedar».
Tuve la oportunidad de conocer Santa Marta y la zona de Sierra Nevada. Una de las veces conseguí ver las cumbres nevadas desde el nivel del mar, el pico Colón y Bolívar, y me impactó mucho.
¿Tuviste oportunidad de visitar Taganga o sólo Rodadero? ¿Visitaste Playa Blanca?
Sigue disfrutando,
Un abrazo
Nerea, 🙂 la envidia es mu mala, así que ya sabes, vete a colombia!! 😀
Castresana, nunca le encontraran, les lleva dos días de ventaja!!
Alberto, gracias! es una buena manera para que yo también intentne entender la historia, verdad? 🙂
Julian Arturo Buendía, si, efectivamente, ya partí… apenas fue una semana en Colombia, pero tengo muchas muchísimas ganas de volver!
Ada, 🙂
Millán Sánchez, lapsus corregido! 🙂 Muchas gracias.
Paraemocionarse, gracias!
Anrafera, muchas gracias!
Vir, si! es una adicción. Cuidadín!
María, muchas gracias!! *^__^* Efectivamente, siempre se agradece el apoyo, especialmente ahora, que cada vez cuesta más sacar el tiempo necesario para tenerlo actualizado!!
Fidel A.B. Que bueno! pues nada, apenas tuvimos una semana por ese bello país. Y nos faltó un montón de cosas por ver, la verdad, es que supo a muy poco. Un abrazo!
🙂
Limonada de coco? Con la sed que tengo…
Si te encanta la naturaleza y en concreto, la montaña, es uno de los mejores lugares que existen en la tierra, junto a Canaima (Venezuela). Son mis dos viajes preferidos. Enhorabuena por el artículo.