(Este post debería haberse escrito el 2 de Octubre de 2009, ligerillo retraso que puedo achacar sin demasiada vergüenza a la falta de electricidad en mis posteriores paradas)
Las 200 caras pétreas de Jayavarman VII me miraban sonrientes, entre curiosas y desafiantes mientras los primeros rayos del sol empezaban a trazar suavemente sus facciones. No tenía demasiado tiempo antes de que las hordas de turistas las empezaran a invadir, pero allí, en medio de las ruinas del Bayón, en el corazón de Angkor Thom, estaba yo. Y estaba sólo.
Angkor, las ruinas de los templos de Angkor que sobresalen de entre la jungla, culminación de la grandeza del imperio Jemer, orgullo de Camboya. No en vano, es parte de su vida y su mentalidad. Si pudimos construir Angkor, podemos hacer cualquier cosa. Nacimos demasiado tarde… si hubiéramos nacido antes habríamos sido nosotros y no nuestros antepasados los que hubiéramos levantado estos templos.
Lamentablemente la finalización de estos templos en el siglo XIII también supuso el comienzo del declive de los Jemeres, su imperio, antaño glorioso y poderoso, se empezó a resquebrajar y acabó quedándose en nada. Pero los templos se quedaron y siguen allí hoy en día. La octava Maravilla del Mundo. Abandonada por el hombre y vendida a la naturaleza que, celosa, la tomó como suya. Y ahora piedra y árbol, rocas y raíces, se entremezclan creando ese lugar perdido, donde es fácil sentir el asombro del explorador que lo descubrió por primera vez.
Había llegado para quedarme. Lo sabía. Y salvo tifones imprevistos, aproveché mi pase de unas semana entre sus restos. El tiempo, en cambio, se resistió a acompañarme hasta el último día, cuando ya me había llegado a la aceptación de que no sería esta ocasión cuando lo viera iluminado por el sol, ni cuando pudiera ver un aceptable amanecer tras la silueta del inmenso Angkor Wat. Una vez más me había desesperado antes de tiempo.
Motos, tuk-tuks, bicicletas, furgonetas, algún minibus y algún que otro coche, circulan animadamente durante el día por las calles, acortando las distancias entre templos para los viajeros. Y es que Angkor es inmenso. Descomunal. Sólo el recorrido por la periferia de su zona central ya roza los 30 kilómetros. Y si además se quieren visitar otros complejos, cómo los Rolous o los aún más lejanos Bantey Srei o Kbal Spean, ya tenemos juerga para unos cuantos días.
Pero rindiéndonos a la evidencia, los centrales son los más espectaculares, o al menos lo fueron para mí. No sólo los rostros de Bayón, si no los gigantescos árboles de Ta Phrom, los laberintos de Preah Khan, el camino hasta el oculto Phnom Bakheng, las rocas perdidas en el corazón de Angkor Thom…
La historia comenzó en el siglo IX a.C. cuando el rey Jayavarman II declaró la independencia de Camboya de Java y estableció su capital al norte del lago Tonle Sap. Se autodeclaró �Monarca Universal� (porque el lo valía) y empezó a construir templos que simbolizaban el monte Meru, un monte de la mitología hindú centro de todos los universos y residencia de los dioses.
Claro, los reyes que llegaron después dijeron que eso estaba muy bien, pero que ellos eras más grandes, más guapos, más fuertes y más de todo, así que siguieron construyendo más y más templos cada vez más impresionantes durante 300 años, creando el área religiosa más grande del mundo. 3000 kilómetros cuadrados. Casi nada, si lo comparamos con los 150 kilómetros cuadrados de la ciudad Maya de Tikal (Guatemala) su más próxima perseguidora.
Lo más interesante de todo esto es que Angkor había permanecido oculta en la sombra de la jungla hasta hace unos 150 años (!!), cuando fue re-descubierta por los franceses, que empezaron la labor de devolverla al mundo y comenzaron a restaurarla. Parece ser que situada donde estaba situada a los ya decadentes amigos Jemeres les caían palos por todos lados de los ejércitos colindantes y decidieron abandonarlo para restablecerse en Phnom Penh que además estaba mucho mejor situada para comerciar (o esa es la versión oficial).
De cualquier manera, los franceses se pusieron manos a la obra y utilizaron un método de restauración llamado anastilosis, que viene a ser desmontar completamente el templo renqueante para reconstruirlo como se merecía. Se separaba piedra por piedra, se marcaban, se analizaban y con todo el cuidado del mundo se procedía a la reconstrucción.
Por si este trabajo no fuera lo suficientemente complicado, con la llegada de la I Guerra Indochina entre franceses y vietnamitas, el trabajo se paró, muchos de los planos se perdieron y ahora todavía quedan templos desmontados a pedacitos en los que se considera el puzzle más grande del mundo.
Aún así, con la llegada del turismo y unos dos millones de visitantes al año, Angkor lleva ya tiempo recuperando las obras de reconstrucción, que si bien en muchos casos son de supervivencia para evitar que los edificios se colapsen, en muchos otros ya se empiezan a ver caras limpias en los templos. Sólo puede mejorar.
Y sí, tiene muchísimo turismo, pero hay tanto que ver, que puedes perderte fuera de los templos más turísticos. Además, dado que la mayoría de los grupos (especialmente los masivos de japoneses) vuelven a la ciudad de Siem Riep a desayunar y a comer, estas horas son especialmente interesantes para tenerlos casi por completos para uno. Y eso siempre se agradece.
Tuve además la enorme suerte de tras muchas cábalas, hacer coincidir la visita (al menos durante unos días) con los inigualables Jaime, U2K y Pierre Nodoyuna, lo cuál incluye no sólo la alegría de verte con amigos en la otra parte del mundo si no además las inevitables puestas al día entre cafés interminables con infinidad de batallitas por todos los bandos. No hay nada como los reencuentros.
Y para los que estéis pensando en visitarlo… ni una sola duda. Llega el momento de sacar el látigo, ponerse el sombrero y adentrarse en las ruinas. ¡Indi Raider a vuelto!
Más fotos escondidas entre ramas, sobreviviendo al húmedo calor tropical, aquí.
Jaja, ya veo que la paciencia tiene su recompensa, sabía que las fotos de Angkor Wat al amanecer con los reflejos de los estanques de delante a rebosar después de las lluvias iban a ser espectaculares y lo son. Me ha impresionado la foto de la apsara con el agua hasta el cuello (Angkor 06), ¿Que templo es?.
Una vez más un reportaje impresionante.
Un abrazo.
Impresionantes las fotos, sobre todo las de los amaneceres. Cómo me arrepiento no haber madrugado un sólo día para verlo.
Los mejores momentos son aquellos en los que te encuentras sólo, sin otros turistas a la vista. Perderte por Ta Phrom o Preah Khan no tiene precio, te sientes un auténtico explorador.
La restauración efectivamente deja los templos en mucho mejor estado pero con la anastilosis corres el riesgo de perder los registros del inventario y tener miles de piedras sin numerar, tal y como se perdieron los registros de Baphuon durante el régimen de los Jemeres Rojos; el mayor puzzle del mundo como dices, todo un reto para los arqueólogos.
Tengo que volver, aunque sólo sea por presenciar un amanecer en Angkor Wat.
Un saludo.
Que recuerdos me traen las fotos. Un lugar imprescindible y que no se debe dejar pasar por alto. Esa sensación de como viajar en el tiempo, es increible el poder perderse entre sus muros. Cómo sería cuando los estaban construyendo, una pasada sin duda.
@Alberto: Cuando quieras volvemos a Angkor, cuenta con ello 🙂 que nos quedó algún templo por ver.
Un saludo.
Brutal el sitio, la descripción, las fotos y el fotógrafo. Me tengo que contener para no buscar ya mismo los billetes para ir corriendo para allá 🙂
Me que quedado impresionado, no sabía que existía un sitio así. Las fotos son preciosas!
Solo puedo decir…WWWWWWOOOOOOOWWWWWW.
Ains Chiquillo, que llevo un montón sin dejarte comentario por aquí. Me he enamorado de este sitio. Me está encantando al ruta que estás siguiendo, cómo cambias, te adaptas, consigues llegar cuando te lo propones (el desierto, el Tibet..) y pones una sonrisa hasta a las inclemencias del tiempo.
Espero que todo tu viaje siga mejorando a cada paso. 🙂
Joder, joder, joder. Tengo que ir, mi Indiana Jones interior me lo pide, me lo exige! ¿Será soportable en Agosto o moriré de asfixia?
Plas, plas, plas…
A cada paso que das menos palabras hay para definir… Se ve un sitio muuu místico, especial, único… llámalo cómo quieras…
¿Qué árboles son esos que viven encima de las piedras de los templos? Diox, le dan una sensación… Hummmm… sin duda un sitio para no olvidar, o esa es la sensación!!
Hummmmm, parece que la llegada de los 3 hobbits te reporto una afeitada de cabeza, barba… y tu dirás lo que quieras, pero un poquitín más delgao se te ve…
A cuidarse muy mucho!!!
Impresionante entrada, pedazo de fotos. Cuando nos enseñas sitios asi dan ganas de levantarse de la silla y tomar el primer avion. Gracias por compartir tus fotos con nosotros.
Que fuerte, resulta que yo hice en Erasmus con Jaime, y el chico de al lado tambien venia a mi escuela en Valencia. Que pequenyo es el mundo 😉
Como siempre Ignacio, excelente entrada.
Las fotos son buenísimas, en estos paisajes se debieron inspirar para hacer algún Tomb Raider.
Preciosas fotos y vaya movida más complicada lo de la restauración que decidieron llevar a cabo los franceses.
A ver si me encuentro a Pierre un día de fiesta y me cuenta más del viaje. Por cierto, pareces un monje con esas ropas y el rapado que te has pegado, jeje.
Como siempre alucinante las fotos y la entrada. Otro sitio más para la libreta.
Espero que saques un libro cuando acabe tu periplo porque cada foto se merece una portada!
Me encantaron las fotos. Dios qu’e guapo es Angkor… Viste de d’onde sacaban las piedras? La monta~na del fondo… 75 km con los pedruscos pinchados a cuestas… por qu’e estar’an tan flacos entonces? Aunque sea por generaciones en 300 a~nos deber’ian haber evolucionado un poco… es broma :D. Bay’on es especial por la imposible composici’on y cada uno de los detalles arquitect’onicos, pero los m’as antiguos tienen algo tambi’en. Te imaginas verlo totalmente reconstruido antes de morir? Podr’ia ser la leche. Esta entrada te qued’o m’as solemne que de costumbre, me gusta el matiz.
Ahora si.
Desde que empezaste en Londres, estaba cómo loco esperando el momento de que llegases a Camboya y a Angkor, una de mis dos debilidades en éste mundo junto al Machu-Pichu.
Y encima con fotacas cómo esas la falta de uñas en mis dedos es alarmante.
Llevo ya un (bastante) tiempo ahorrando para escaparme una semana ahí, así que espero que cuando llegue el día en el que te avasalle con un email con mil dudas me las sepas resolver jeje.
Es curioso que coincidas en Angkor después de esos tifones. Fue una ciudad que floreció y después sucumbió gracias al agua y a la forma en la que creaban canales y balsas para el cultivo del arroz, pero llega un momento en el que la naturaleza dice basta y decide saltarse las barreras…
Una vez más, gracias!
joer igna… indiraider!!!.. desde que empecé a leer el post no he parado de pensar en Larita, ya sé donde se han inspirado para los escenarios… que envidia me habéis dado!!!… que chuladaaaaa!!!!!!!!
un bicooooooo bien graaaannnde
(me salen grititos porque estoy pegando saltos al vacío como los vuestros con pistolas en las manos!!!!!..jeje)
Fas-ci-nan-te.
Ok indie Raider XD, interesante en la misma ciudad de los Dioses, nunca lo hubiera imaginado ya no se ni que seguira después. Asia es un lugar lleno de maravillosas cosas que pasa completamente desapercibido por lo menos en mi país donde la historia universal solo cuenta lo que paso en Europa y se pasa a las conquistas de America centrandose en el norteAmerica para despues pasar a las guerras y dar por concluida la historia. Y que pasa con el resto, ahora lo estamos descubriendo, Maravilloso.
Saludos. Iganacio.
No sé por qué es, si que es tarde, o que se me ha subido la cena a la cabeza, o es el posprocesado de las fotos, o una resolución diferente en mi pantalla, o el tiempo que tuviste, o la propia naturaleza de Angkor, el musgo de las piedras… pero estas fotos me parecen distintas de todas las demás. No sé, sin poder explicarlo, de alguna forma hasta ahora les pegaba el (c)Ignacio Izquierdo y estas me sorprenden. Son estupendas, pero no sé, quitando la foto de grupo, marca de la casa (ese ojo de pez!), son sobre todo sorprendentes.
Pues la verdad, se quedan un poco cortos al lado de los de los Champas no? jjajajaa.
Impresionantes! esos sí que me hubiera molado verlos!!! lo de las raíces de los árboles es increible, parece de cuento total.
Oye, dónde se ha quedado tu barba!??!! 🙂
Como era de esperar, fantasticas, te felicito de nuevo, yo tengo las mismas fotos, pero te aseguro no se parecen en nada jajaja, seguramente serian los coreanos pesados y mal educados con los que coincidia en todos templos 😛
Un saludo y a seguir disfrutnado
abrazos
Jose Diego sanz
Me ha fascinado este lugar!!! Y creo que no fue tan mala suerte no disponer de cielo azul en casi todos los días, así con nubes es mucho más fotogénico!
Espectacular!!!!
Se me ha caido la baba con las fotos!!!
¿Tú escribías así de bien antes de empezar este viaje? 😛
Y las fotos… bueno, ¿qué decir? ¡Te he favoriteado la mitad de ellas en el Flickr!
Buah! qué pasada de sitio! Me han alucinado las raíces entre las construcciones. Con razón lo llaman maravilla 🙂
Como de costumbre, peaso de fotos & texto. Lo bueno de esto es que nos recuerda que no ha sido la primera vez que hemos tenido una crisis como la actual ‘crisis del ladrillo’/ burbuja de la construcción…
Gracis por estas fotos Ignacio. A veces pienso que haces todo lo que siempre quise hacer con una camara de fotos. Un saludo grande desde Argentina.
un enorme mesclado donde los arboles tomaran porfin el poder…como un viaje en el tiempo cuando el ser humano desaperece…y siempre momentos fotograficos preciosos
Marcos, pues no lo tenía yo demasiado claro… si cojo un pase de menos días, no lo veo!! 🙂 Por cierto, el templo que dices es: Kbal Spean, pero no es un templo en sí, son una serie de grabados en el río…
Alberto, pues si, merece la pena. Está un poco abarrotado, pero si llegas con un poquito de tiempo te puedes poner en primera fila del estanque, y los de los puestos cercanos hasta te traen sillas y café!!! 🙂
Javier I. Sampedro, verlo recién construido en su explendor debe ser inigualable, pero también tiene cierto encanto ver templos como Ta Phrom, completamente tomados por los árboles, no? 🙂
Ganso, pues no te contengas, hombre… que no hay necesidad. Mira a Bangkok que desde ahí sale todo mucho más barato. 😉
Santi, muchas gracias. Pues sí, existen sitios así, y yo tampoco lo sabía hasta hace no demasiado. ¿Cuanto más nos quedará por descubrir? Que ganas de saberlo! 😉
Memoriadepez, ^__^
LaCasaSin, pues si, ya echaba de menos tus comentarios. Me alegro que te guste la ruta, yo la estoy disfrutando en grande!!
El Capitán, me temo que morirás de Asfixia siempre… además de tu traje de Indi, llevate una cantimplora…
Queseyo, si, los árboles han tomado ya los templos y lo mejor es que son los propios árboles los que sostienen ahora las piedras. Si los quitaran se caerían…
Insausti, muchas gracias a ti! A coger el avión se ha dicho!!!
Pablo, sip. Me comentaron que te conocían… 🙂
Krimo, gracias. Es cierto, además si sale en Tomb Raider (la peli).
Oria, ya me han comentado ya, que frecuentas antros mamachachiles… ains!! 🙂 En defensa del rapado tengo que decir: que hacía mucho caloooor!!!
Fer, graaacias! Yo también lo espero… a ver, a ver que pasa.
Diego Labajos, muchas gracias. Bayón, lógicamente, se quedó en mi nº1!!
Morfet, a mi lo que me da rabia es que Machu-Pichu no lo voy a ver en este viaje… ya me encantaría, ya…
Cinza Raider, que sepas, que como decía antes, sale en al peli. De hecho Ta Phrom, el de los árboles, se conoce como el templo de Tomb Raider… si preguntas a los locales lo conocen todos! (también conocen Ta Phrom por su nombre… que quede claro)
Eulogio 🙂
Monchoman, pues si, a mi me pasa igual. Yo desconocía casi todo de Asia. Para mi también está siendo descubrirlo…
Nico Cinero, me lo tomaré como un piropo.
Vanessa, es que los Champas está infravalorados… pobres. Reivindiquemos a los Champas como se merecen!!! La barba está en el suelo de algún peluquero camboyano…
Jose Diego, yo la verdad es que tuve mucha suerte con los grupos, ninguno demasiado pesado… 😉 Siempre se agradece!!
Gala, no se no se… la mayoría de las fotos son del último día!!! Que aunque saliera el sol también había alguna nubecilla. 🙂
Cristina, siiip!!!
Charlotte Harris, que no te vea tu madre!!!
Lograi, yo escribir bien? Vamos a dejarlooo… ya he visto que te han gustado las fotos. Me alegro un montón!!!
Raksha, tienes que ir!!! Apúntatelo!!! 🙂
Rham, bueno… lo que pasa es que ahí la burbuja explotó por otros motivos (excusas, excusas… siempre excusas, no?)
Juan, pues muchas gracias, pero vamos, todos aprendimos igual… haciendo muchas fotos y preguntando! 🙂
Marie Midi, muchas gracias!!!
Muchísimas gracias a todos por los comentarios, voy un poquito retrasado en responderlos a todos… gracias por la paciencia!! En breve más, que hoy se me acaba Internet!!! 🙂
Angkorjonante!
Desde aquí mi propuesta de incluir en esas labores de restauración también las cuatro caras de los intrépidos retratados en una de las últimas fotos!
Que sí, hombre…
Al menos, transmites sentimientos. No sé… es un poco como mirar y sentir a través de ti…
Y, a mí me dejas de tonterías. A la hora de escribir, eso es lo que importa…
Y de eso creo que entiendo un poco ;p
Gracias por ahorrarme el currelo de hacer las fotos. Que no es por no hacerlas, pero hacerlas por hacerlas es tontería… 🙂
Sobre todo, cuando nos enseñas estas. Impresionantes. Me alegro un montón de que por fin saliera el sol, la paciencia tiene su recompensa.
Y los templos de Angkor merecen el tiempo que sea necesario.
@oria: Eso está hecho…
En mi defensa diré que llevo un mes de escaqueo, juas, juas. Y espero que sea por un mes más.
Japogo, ellos si que se merecen una restauración!! Jajaja!
Lograi, pues mis más sinceras gracias! 🙂
Pierre, y además, marchando en breve para que lleguen a buen destino. 🙂
Oria, ya ya… eso dicen todas las mamachacheras… 🙂
Que fuerte! he estado un poco descolgada y no se si llego tarde! pero antes de leerlo todo pues a escribir! para que hacer las cosas bien?! Las fotos impresionantes! pero con Rafa y Chema mucho más! Un beso a todos!
Gracias hermosa!!!