Etapa 6: Nunthala (2194 m.) – Bupsa (2300 m.)

Distancia: 10,7 km
Tiempo estimado: 5:30 horas.
Desnivel Positivo: 936 m.
Desnivel Negativo: 842 m.

Descargar ruta GPS (Wikiloc)

(Perfil de la Etapa)

11 de Octubre de 2018

Después de la cena del día anterior nos habíamos quedado sin ganas de desayunar en nuestro lodge así que acabamos picando algo en una de las pequeñas tiendas que había en el centro de esas pocas casas que respondían al nombre de Nunthala. Era, como casi todas las mañanas, un día claro a pesar de la amenaza ya siempre constante de las nubes. Nos esperaba sobre el papel una etapa más sencilla que los días anteriores y por lo menos comenzábamos bajando. Algo era algo.

(Nunthala)

Detrás quedaba el pueblo y los abrevaderos de mulas y burros, los auténticos artífices de la distribución de materiales y comida a lo largo de estos valles. Descendíamos por el valle con el frescor de la mañana y antes de adentrarnos en la profundidad del valle y de los bosques, en la distancia aún teníamos la vista de los picosel Kyashar (6770 m.) y el Kusum Kanguru (6367 m.), majestuosos.

(Kyashar (6770 m.) y el Kusum Kanguru (6367 m.))

La bajada era tremenda y alcanzaba el punto más bajo de la ruta al cruzar los más de cien metros de puente en suspensión sobre el río Dudh Koshi. En este momento, después de más de cinco días andando, estábamos a 1480 metros de altura. Por debajo de nuestro punto de partida (Jiri a 1995 m.) y con un desnivel de más de 1300m. con respecto a Lukla, el punto de entrada de la mayoría de los visitantes al Parque Nacional del Everest. Iba a tocar remontar y lo mejor era tomárselo con calma.

(El puente en suspensión de Dudh Khosi. A 1480 metros es el punto más bajo del trek)

Paramos en el precioso pueblo de Jubhing, un pueblo de postal, entre terrazas y arrozales verdes. Habíamos cambiado de valle y por lo tanto habíamos cambiado de etnia también. Nepal se divide regionalmente mediante 7 provincias que se subdividen en 77 distritos. Nosotros estábamos caminando por el distrito Solukhumbu, que a su vez es al unión de dos partes, Solu en la parte Sur y Khumbu en la parte Norte donde se encuentra el Parque Nacional del Everest. Quedaos con este nombre pues muchas veces que se habla de Khumbu Region al referirse a esta zona de alta montaña.

(«Supermercado» de Jubhing)

Jubhing es zona de las etnias Rai. El tema de las etnias en Nepal es tremendamente complejo ya que es una sociedad multilingüe, multireligiosa y multiétnica. Las principales etnias son los Chhetri y los Brahmin que abarcan el 30% de la población, luego vienen los Magar, los Tharu, los Tamang o los Newar (originarios del valle de Katmandú)� la lista sigue aumentando hasta sobrepasar el centenar de etnias.

Entre ellas están los Rai y los Limbu, que forman lo que se conoce como los Kiranti. Tienen más de 15 dialectos diferentes y son algunos de los habitantes más antiguos de Nepal, agrupándose al este del Himalaya. A los Kiranti se les suele confundir con los Sherpas, pero son dos etnias diferentes. Ambas han hecho en muchas ocasiones labores de guías y porteadores, lo cual lleva al error común de llamar Sherpas a todos los porteadores y confundir etnia con oficio. Ni todos los sherpas son porteadores, ni todos los portedadores son Sherpas.

En resumen: A mí también me resultaba difícil no rendirme a la simpleza de agrupar a todos los nepalíes en un mismo saco, pero si que es cierto que según íbamos cambiando de valle, podíamos notar diferencias en los rasgos y en la manera de vestir. Los Rai se los reconoce en estos tramos por ser quienes mayoritariamente llevan sus convoyes de decenas mulas y burros cargados de productos hasta Namche Bazaar. Es un viaje de varios días que tiene la culminación en el mercado de los sábados de Namche, donde se venden frutas, verduras y todo tipos de productos que luego se redistribuyen a lo largo de los pueblos de Khumbu y por lo tanto abastecen gran parte del trek.

(La fuerza animal, el principal modo de transportar mercancía en estos valles de Nepal)

Atravesar Jubhing regalaba, además, una vista muy interesante hacia el norte pues se podía ver el valle entero donde ya estaban Lukla y Namche Bazaar. Al fondo, a pesar de pasar prácticamente desapercibido se podía ver la cumbre nevada del Gyachung Kang. Quizás sea un desconocido pero rozando los 8000 metros (7952 m.) es el decimoquinto pico más alto del mundo. Lo que pasa es que bajar de los 8000 metros es como estar en la segunda página de google, parece que no existe.

(Gyachung Kang (7952 m.), al final del valle de Dudh Khoshi Nodi)

Llegábamos a Kharikhola, para muchos el final de etapa. No es para menos porque es una preciosidad de pueblo, con unas vistas increíbles entre terrazas de arrozales, pero nosotros íbamos a optar por caminar un poco más y subir hasta Bupsa. Antes de enfrentarnos a este último tramo paramos a visitar el monasterio que se encuentra justo a la entrada del pueblo: Pema Namding. Creado en 2008, es por lo tanto, un monasterio joven, como jóvenes son sus estudiantes. Muchachos curiosos con el extraño en un lugar privilegiado con unas vistas espectaculares.

(Kharikhola vista desde el templo de Pema Namding)

Subir a Bupsa podría parecer poca cosa, pero los 300 metros de desnivel empinados como pocos se convirtieron en un suplicio y sortearlos nos llevó más de una hora y media. Al menos cuando llegamos tuvimos la recompensa de la belleza. Unas pocas casas encaramadas a la pendiente con unas vistas tremendas del valle. Era tan solo la una de la tarde y habíamos terminado la jornada. Se agradecía tener tiempo suficiente para descansar, hacer la colada, comer tranquilamente y sentarse al sol en las calles que formaban el pueblo.

(Unas cuantas fotos de la subida a Bupsa)

(Bupsa)

También fue uno de los primeros sitios donde el precio del alojamiento sería únicamente el gasto en comida. Esto lo veríamos en algún que otro lodge de ahí en adelante, donde si no se incluía la comida/cena y desayuno con ellos el precio por cama podía elevarse hasta 20 dólares por persona. Obviamente era una manera de asegurarse las comidas, que a pesar de los bajos precios, eran donde más beneficio podían sacar.

(Atardecer y anochecer, nublado de nuevo, sobre Bupsa)

Ahí estábamos, entre banderolas y arrozales, en los albores de Lukla. Al día siguiente nos esperaba una de las etapas reina que nos llevaría a completar la primera parte del viaje. Estábamos bien, en mejor forma de lo que empezamos y con el ánimo al doscientos por ciento. Quedaba mucho por delante, pero no íbamos nada mal.

Más info: Como organizar el trek al Campamento Base del Everest

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